Una mirada retrospectiva confirma el viejo dicho “vende cuando nadie lo haga”.

La historia es clara. Lo usual es que durante el período de cosecha, los precios, al menos en el mercado disponible local, evolucionen en baja.

Los tres últimos años no han sido excepción alguna. Los precios pizarra de soja de la Cámara Arbitral de Cereales, a lo largo de los tres años anteriores, han seguido un recorrido muy similar, aunque en diferentes niveles.

Y es en abril cuando alcanzan el mínimo.

Resulta muy curioso el comportamiento de estos precios, en lo que va de este año, en comparación con el mismo período del año pasado. Si bien los precios actuales están levemente por debajo, el recorrido es casi calcado. Si proyectamos el comportamiento de los precios actuales hacia el futuro, según la tendencia de los del año pasado, a partir de mediados de mayo debería haber una suba considerable y luego una tendencia en suave ascenso.

Obviamente, esta suerte de análisis peca de simplista. Pero, no por ello, deja de ser una alternativa para tomar en cuenta.

En cuanto a los precios de Chicago, el cuadro de más abajo, muestra la diferencia entre el precio actual y el del año pasado, así como también la fuerte baja que registró este mes, seguramente, a resultas de la entrada de la cosecha de América del Sur, con Brasil y nuestro país a la cabeza.

También, pueden observar que la baja estacional es más acentuada para el maíz que para la soja.

Futuros precios agrícolas Chicago

Tal recorrido, sin duda, tiene una explicación basada en la oferta de abril que resulta de la cosecha que, además, desde el punto de vista climático es muy favorable.

Con la cosecha en marcha a todo vapor y dado que ya se habría levantado más del 30% de la superficie sembrada, resulta lógico el actual comportamiento negativo de los precios.

En la zona núcleo la soja de primera está totalmente cosechada.

La de segunda está dando sorpresas ciertamente negativas, por la ausencia de lluvias en el momento de mayor requerimiento.

Los rindes están condicionados por la cantidad de lluvias habidas. Y se calcula que el volumen final termine siendo 1 millón menos de los estimado.

En cuanto al mercado internacional, se aguarda una acentuada recuperación en las compras provenientes de China.

Para terminar vale una reflexión sobre la abrupta caída de los precios del petróleo.

Una vez superados los picos de contagio por la pandemia, fundamentalmente, en los países de hemisferio norte, es posible que empiece a regularizarse el consumo y, por tanto, la demanda de petróleo. En tal caso, debería haber un repunte paulatino de los alicaídos precios del combustible que incidirían en los valores de la soja.