La mayoría de las monedas, especialmente las de los países emergentes, han sufrido importantes devaluaciones. Las distintas commodities, entre ellas las agrícolas, vienen mostrando bajas significativas desde febrero. El precio del petróleo se pulverizó, cayendo por debajo de los 20 dólares el barril…Un claro ejemplo de lo que significa un “Cisne Negro” a nivel global.

En lo que nos toca más de cerca, tanto la soja y sus derivados, como especialmente el maíz, vienen mostrando una gran debilidad en sus cotizaciones en los distintos mercados, porque la demanda se ha retraído y la oferta se presenta excesiva para una coyuntura como la actual. El coronavirus les ha pegado fuerte también. Básicamente la demanda se apagó.

Sin embargo, existe un producto que parece ser inmune a lo que está pasando: el trigo. En efecto, los mercados internacionales muestran que en el último mes la cotización del trigo en Chicago y Kansas subió unos 20 dólares. El mismo comportamiento han mostrado las cotizaciones FOB del trigo en el Golfo de México y en el Mar Negro. Dicho de otra manera, a los países que compran trigo les sale hoy 20 dólares más cara cada tonelada que compran que lo que les costaba hace un mes.

Por no ser “China-dependiente” ni resultar un insumo utilizado para la producción de biocombustibles, industria que se encuentra atravesando una profunda crisis a nivel mundial, el trigo no muestra ninguna flaqueza por el lado de la demanda, la que viene creciendo a ritmo lento pero firme, año tras año.

En cambio, cuando estamos transcurriendo la época en que se definen los rindes del trigo en el Hemisferio Norte, que produce más del 90% del trigo del mundo, hay preocupaciones por el clima desfavorable que en algunos países productores amenazan el logro de una producción normal. Los cultivos de trigo en Europa y en países del Mar Negro, como Rusia y Ucrania, vienen soportando desde hace tiempo déficit de humedad y en algunos casos temperaturas inconvenientes. Estos trigos están a 2 meses de la cosecha de lo que constituirá el grueso de la oferta del ciclo 2020/21. También en Estados Unidos los cultivos de trigo actualmente en desarrollo sufrieron falta de agua y heladas muy fuertes. Enfrentamos entonces un potencial problema en la oferta mundial.

El Consejo Internacional de Granos (IGC) ya publica proyecciones de oferta y demanda para el ciclo 2020/21. El organismo internacional proyectó, en su informe de marzo, que la producción mundial de trigo de la nueva campaña alcanzará a 768,5 millones de ton, creciendo en sólo en 5,3 millones, a pesar de adjudicarse a Australia una recuperación plena de su producción, que pasaría de las escasas 15,2 millones de ton. del último ciclo a 24 millones. El consumo mundial se incrementará en 6,7 millones de toneladas, pasando a 760 millones.

Según estas proyecciones, la Unión Europea mostrará una caída de 24 millones de ton. respecto de las 156 millones producidas durante el ciclo previo, lo que equivale a una merma del 15% nada menos. Ucrania, también de acuerdo a lo proyectado por el IGC, reducirá un 7% su producción, mientras que Estados Unidos lo hará en un 3,3%, siempre comparando con el ciclo anterior. De persistir las condiciones climáticas desfavorables, y considerando que los trigos del Hemisferio Norte transitarán, a partir de ahora, las etapas más sensibles del cultivo a la falta de agua, la producción mundial podría verse mayormente afectada.

Si bien los stocks mundiales de trigo no son bajos, el mercado interpreta la presente situación como riesgosa para el normal abastecimiento, ya que el problema productivo se concentra en varios de los principales exportadores mundiales. Si analizamos en conjunto al grupo de países exportadores de trigo (USA, Canadá, Australia, Unión Europea, Rusia, Ucrania, Kasakhstán y Argentina) se proyecta una producción que caería en un 2,5% durante 2020/21, mientras que sus stocks lo harían en 6% respecto del ciclo precedente. La peor situación corresponde a la Unión Europea, el segundo exportador mundial de trigo, que según el IGC, verá mermada su oferta exportable en un 14,7%, y sus stocks en un 21%. Impactante…

El contar con un mercado abierto y sin restricciones comerciales le ha permitido al trigo argentino estar conectado con la favorable situación internacional de precios. Desde comienzos del año, los productores argentinos han venido vendiendo trigo disponible en un promedio de 200 dólares/ton, con picos de 215 dólares, permitiéndoles de esta forma obtener muy buenos márgenes en su balance triguero 2019/20. Para lo que resta del actual ciclo comercial, las posiciones futuras en Matba-Rofex también se mantienen firmes por sobre los 200 dólares/ton hasta el contrato septiembre ‘20. La exportación lleva compradas 14,6 millones de ton, y declara vendidas al exterior 12 millones, por lo que el precio del trigo disponible durante los próximos meses estará más atado a la demanda de los molinos, que suelen ofrecer un sobreprecio (premio) por la mayor calidad.

En este caso, más allá de hacerse de liquidez con nuevas ventas, el productor puede aprovechar las favorables relaciones de precios existentes actualmente entre el trigo y los fertilizantes u otros insumos, y realizar operaciones de canje, pudiendo así estoquear insumos que, ya sea por aumento del dólar o por una eventual escasez de oferta, pudieran encarecerse en el mediano plazo: Excelente oportunidad para el productor que todavía tenga trigo por vender.

Yendo a la próxima campaña 2020/21, cuyas siembras están cerca de comenzar, es posible ir cerrando precios para la posición enero’21 a niveles de 170 dólares/ton. en el mercado de futuros o en ventas forward. Si bien se trata de precios un par de escalones por debajo de los valores actuales del trigo disponible, permiten comenzar a cerrar un negocio de márgenes positivos, tanto en el cultivo único como especialmente en el doble cultivo trigo/soja.

Aquí es oportuno considerar que existen algunas amenazas potenciales para el trigo futuro. Estos son la posibilidad, nunca totalmente descartable en función de experiencias ya vividas, de un aumento de derechos de exportación, que podrían ser elevados de la alícuota actual del 12% a un 15%, sin necesidad de transitar por un tratamiento parlamentario, o la reducción a 0% del Arancel Externo Común del Mercosur por parte de Brasil, algo que los molinos brasileños le vienen reclamando a su gobierno, aduciendo insuficiente stock en Argentina para abastecer sus necesidades de importación aquí a fin de año. Contra estas amenazas la mejor vacuna son los mercados de futuros. Con buen criterio, los productores argentinos ya llevan vendidas, en valores del orden de 170 dólares/ton, unas 750 mil toneladas de trigo de la futura campaña. Por su parte, los exportadores ya declaran ventas al exterior de trigo 2020/21 por poco más de 1 millón de toneladas, lo que demuestra que la demanda internacional da señales de buena salud.

En conclusión, el mercado de trigo está respondiendo plenamente a los “fundamentals” que se presentan en el mercado internacional y local. En el plano mundial, la preocupante perspectiva que presentan las futuras cosechas en grandes exportadores del Hemisferio norte, principalmente en Europa , donde el clima sigue resultando adverso, están generando volatilidad y precios que demuestran cierta ansiedad de la demanda por asegurarse la entrega de mercadería. A nivel local, queda poco trigo sin comercializar de la vieja cosecha, lo que sostiene los precios por encima de los 200 dólares. Por otro lado, el nivel de 170 dólares/ton que presenta el trigo enero’21 es un valor adecuado como para romper la inercia e ir avanzando en ventas anticipadas, y a partir de allí ir construyendo precio y asegurando un margen de rentabilidad razonable para el ciclo 2020/21. Las perspectivas de mediano plazo se presentan favorables. En definitiva, mientras que el maíz y la soja enfrentan una demanda fuertemente afectada, y precios debilitados por las consecuencias recesivas que impone la pandemia, hasta ahora el mercado triguero se muestra saludable y resistente al coronavirus. Si usted es productor triguero, entre a jugar el partido…no lo mire de afuera.

1- Impuesto que desde el Mercosur se cobra a la importación de productos desde países no integrantes del mismo. En el caso del trigo es del 10% del precio CyF

Por Carlos Pouiller. Analista de mercado / socio fundador de AZ group
Fuente: Centro de Gestión Agropecuaria