Sin embargo, en contraste, se espera que el área de trigo blando francés se contraiga a 4,6 millones de hectáreas, bajando 7,5% desde el año pasado y representando la menor área de los últimos 17 años, noticia que el mercado ya ha incorporado en el proceso.

Por su parte, la siembra de maíz en el sur de USA lleva tan solo 3% en Arkansas vs 32% y en Mississippi 15% vs 46% promedio de los últimos años. Si bien podemos observar que esta temporada no será la más rápida aún estamos lejos del desastre que experimentamos la campaña pasada. El USDA comenzará a informar el reporte de avance de siembra nacional a partir del próximo lunes.

A pesar de que el mercado insista con prestarle atención al comienzo de la campaña en USA, es imposible perder de vista lo que empapa a todo el mundo. La preocupación continúa situada en la demanda, el gobierno de USA apela que lo peor aún está por llegar en términos de impacto por coronavirus y resulta difícil pensar que la demanda de energéticos, por ejemplo, se recupere pronto. Bien sabemos que esto tendría que suceder para que la industria de etanol tenga alguna posibilidad de recuperación.

En el complejo de soja, una vez que la logística encontró su curso en Sudamérica, la harina de soja devolvió todo lo adquirido en términos de precios y la soja a China nuevamente es competitiva desde Brasil, dejando a USA entre 25-30 centavos más caro. Por otro lado, el aceite de soja encontró algo de fortaleza del lado del crudo, velando por la esperanza que la OPEC y los rusos se pongan de acuerdo en reducir la producción y la solidez del precio del aceite de Palma en Malasia. La Asociación de Aceite de Palma de Malasia informó que la producción podría caer en 189 mil toneladas de aceite crudo debido a la imposibilidad de continuar las labores por las restricciones del coronavirus.

Por otro lado, tenemos un informe del USDA el jueves, pero creemos que será poco relevante, ya que los datos preliminares de la campaña 2020-21 será informados en mayo. Lo que el mercado está esperando es que el encontremos un descanso o una desaceleración en las caídas, pero bien sabemos que para cambiar de dirección vamos a necesitar mucha más vitamina.

Por Celina Mesquida – RJO’Brien - Docente de Agroeducación
Fuente: Agroeducación