Mercado en baja

De la preocupación en febrero se pasó a la angustia y bronca en marzo. Ese es el proceso que están viviendo muchos agricultores que no cubrieron su producción y deben vender la soja de primera en un mercado que se destruyó por la proximidad de la cosecha y por la altísima carga de retenciones.

A fines de enero se podía vender el poroto para entrega en mayo a US$237 por tonelada; a fines de febrero, a US$229, pero a mediados de esta semana las cotizaciones se derrumbaron a US$219. Si se comparan estos precios con los de años anteriores se puede ver la magnitud del derrape: a principios de marzo de 2019 se podían conseguir US$234 para la posición mayo; a igual fecha de 2018, US$311, y en 2017, US$256 por tonelada.

Márgenes

Mientras tanto, los márgenes netos dan números que generan escalofríos entre productores y proveedores que entregaron insumos a pagar al momento de cosecha. Con los US$228 por tonelada que se podían conseguir a fines de febrero para entregas en mayo, en campo alquilado de la zona núcleo, el margen neto de la soja temprana era de US$58. Con US$219, la renta cae a valores negativos.

El agravante de esta ecuación económica dramática es que muchos agricultores están obligados a vender en plena cosecha por las deudas. "Mucha superficie de soja se implantó con crédito comercial y llegó la hora de cubrir los cheques gordos entregados para retirar insumos", observa un profesional que trabaja en el sur de Santa Fe.

Por: Carlos Marin Moreno