Para tratar de predecir el futuro, hay que arriesgar opiniones.

Así, uno podría decir que el precio de los granos gruesos se asemeja a una moneda.

De un lado, las perspectivas de valores son mejores que las del otro lado. Vemos…

De acuerdo al Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), el período comercial 2019/20 tendrá los stocks mundiales de maíz más reducidos de las últimas cinco campañas.

¡Las existencias mundiales bajarían a menos 300 millones de toneladas! La estimación de este organismo habla de 296,8 millones.

¿Cuál sería la mayor razón de esta baja en los stocks globales? Ella proviene de Brasil.

Se prevé que la producción brasileña sea de 101 millones de toneladas. Y se estima que la demanda para consumo interno, para forraje para el ganado se incremente sustancialmente.

La situación de la soja y la del maíz en Brasil son diferentes. La primera camina sobre rieles.

Pero, el segundo, no tanto.

La región del Mato Grosso genera algo más de la mitad de la producción de maíz de segunda. Y esta región muestra niveles productivos muy dispares. Algunas partes, revelan una productividad reducida.

Muy distinto es el caso de la soja que ha tenido más suerte con las lluvias, fundamentalmente, porque las regiones sembradas son de mayor extensión. Así han logrado “captar” las precipitaciones de distintas áreas del país.

Antes de terminar….una buena.

En cuanto al mercado doméstico, si bien el clima de negocios es negativo -no solo por los problemas sufridos a consecuencia de la cesación de pagos de algunos, sino también por la política agrícola tan poco amigable- la novedad positiva viene del dólar a nivel local.

Sí señores, es el tipo de cambio.

La semana pasada se produjo la suba del dólar mayorista, que se utiliza para “pesificar” los precios de los granos en nuestro país. El tipo de cambio mejoró de $59,86 a $61,25. Y ello ha repercutido en los precios agrícolas locales. Casi un 3%. Algo es algo.