Como si una tenaza apretara los valores de la soja, éstos no logran recuperar la posición internacional de hace unos tres meses.

El mundo opera como tenaza, que por supuesto, tiene dos brazos.

Un brazo está referido al problema de la demanda china que aplasta la recuperación de la soja en Chicago.

Las ventas de exportación de esta oleaginosa, en las dos últimas semanas, desde EE.UU. a China, han bajado al nivel más reducido en más o menos cinco meses.

Primero fueron las delicadas negociaciones bilaterales y, desde hace unos días, la propagación del coranavirus, que tiene en vilo a China y a los gobiernos y la población del mundo entero, ha pasado a ser el centro de la contracción de la demanda.

Así el cuadro, es lógico aguardar también que este país continúe trabajando para sortear las consecuencias de la epidemia de la peste porcina africana, que, a la postre, significa una baja en la demanda para la alimentación animal.

Las importaciones de este país asiático, hoy por hoy, se hallan en un volumen escasísimo.

En definitiva, la demanda china es la principal del mundo en lo que hace a la soja.

De esta forma, la demanda sigue dormida. Por eso, los futuros de soja, luego de haber caído abruptamente hasta un nivel mínimo a principios de diciembre pasado, han comenzado una leve, pero muy leve, recuperación. Apenas perceptible.

El nivel hoy apenas giraría en torno a USD324.- (el contrato más cercano)

El otro brazo de la tenaza está en la cosecha récord de soja en Brasil. Se espera que llegue a más de ¡124 millones de toneladas! En un área de casi 37 millones de hectáreas.

Así se confirmaría que Brasil pasa a ser el mayor productor del mundo. Y con posibilidades de seguir creciendo.

Con China por un lado, en cuanto a la demanda; y con Brasil, por otro lado, en cuanto a la oferta, las perspectivas a corto plazo no resultan alentadoras.

Por ello, los precios serán los castigados de este cuadro mundial. Al menos, es lo más probable, salvo algún que aparezca algún efecto, hoy no predecible.

Pese a todo, recuerden las palabras de Almafuerte:

No te des por vencido ni aun vencido, no te sientas esclavo ni aun esclavo; trémulo de pavor, piénsate bravo y arremete feroz, ya mal herido.

Ten el tesón del clavo enmohecido, que ya viejo y ruin vuelve a ser clavo; no la cobarde estupidez del pavo, que amaina su plumaje al primer ruido.