Con el objetivo de contribuir a la transparencia y a reducir la desinformación sobre cómo se conforman los precios de alimentos básicos de la canasta alimentaria, FADA elabora de manera semestral indicadores de la composición de los precios de la carne bovina y el pan, y también de la leche.

Un resumen realizado por FADA respecto a datos relevantes de la cadena látea:

• La leche entera en sachet en septiembre tuvo un precio promedio1 de $50,85 por litro, de ese precio el tambo explica el 29,8% del precio final ($10,08), la industria el 37,9% ($19,28), el comercio el 18,9% ($9,60) y los impuestos el 13,4% ($6,81).

• La cadena de la leche presenta un resultado global positivo de $2,35 $/litro. El comercio continuó con pérdidas de $-1,08 por sachet, mientras que el tambo presentó una leve mejora en sus resultados tras la recomposición de su precio de venta que, en promedio, obtuvo un resultado de $0,10 por litro de leche vendido. Si bien el comercio pierde con cada sachet vendido, al asignarle los costos a cada producto según facturación, hay otros productos lácteos de mayor valor en los que el margen aplicado es superior.

• Del precio final pagado por el consumidor, el 82% son costos, el 13,4% impuestos y 4,6% son ganancias.

• El litro de leche se multiplica casi 3 veces desde que sale del campo, hasta que llega la góndola.

• En comparación con países de la región, Argentina le paga al productor tambero menos que el resto de los países, el precio de venta del litro de leche en el supermercado es uno de los más altos y la participación que tiene el productor primario sobre el precio final es la más baja de la región.

• El aumento del sachet de leche que pagó el consumidor entre febrero y septiembre de este año, fue del 33%. De ese aumento, $3,79 fue incidencia del tambo, los otros $8,92 se distribuyeron entre industria, supermercado e impuestos.

• En dólares, el productor recibió en septiembre por litro de leche u$s 0,28, la relación se mantuvo relativamente estable si se lo compara con un año atrás, pero con una caída del 12% si se lo compara con febrero de 2017 (u$s 0,31).

Producción

En el año 2018, se produjeron 10.527 millones de litros de leche en los tambos argentinos, un 4,2% más que en 2017, este saldo positivo cortó dos años consecutivos de caída de producción. Hasta septiembre del 2019, se han producido 7.414 millones de litros de leche, lo que representa, comparando con el acumulado a septiembre de 2018, una caída del 3% en la producción primaria.

Además, teniendo en cuenta la evolución de los precios de la leche cruda, pasó de $7,92 en septiembre de 2018 a $15,72 en el mismo mes de 2019, aumentando un 98.4%. Si se le quita el efecto inflación del último año, deflactando los valores anteriores a precios del 2019 (mediante el IPC), el resultado es un aumento progresivo desde mayo de 2018 y acumulando un crecimiento real del 30%.

En cuanto a la industria láctea, la misma presentó una disminución en la producción como resultado de un mercado interno contraído y problemas en la disponibilidad de materia prima para la primera parte del año. Luego de la devaluación de agosto, varias industrias, sobre todo las líderes, comenzaron a ver el mercado externo como una posibilidad de estar más presentes. Sin embargo, según la Secretaria de Agroindustria, la industria estuvo operando en torno al 53% de su capacidad instalada en el mes de septiembre, levemente superior a la presentada en septiembre de 2018.

Consumo interno

El consumo interno argentino, teniendo en cuenta los valores acumulados enero-septiembre de 2018 y 2019, se observa una caída del 8.4%. Este saldo negativo se compone por una caída en el consumo de leche en polvo en un 5.3%, el de leche fluida un 11%, el consumo de quesos 5.1%, mientras que otros productos lácteos el 12.2%.

La principal causa de la disminución en las ventas internas es la caída del salario real de la población. Desde diciembre del 2016 a septiembre del 2019, el salario nominal creció un 115%, mientras que el aumento de precios de los productos lácteos fue del 196%, según datos del IPC. En total, la pérdida del poder adquisitivo del salario en términos de productos lácteos arroja una cifra del 27%. Es decir, que con el mismo salario que diciembre de 2016, el asalariado promedio puede consumir, en septiembre de 2019, el 73% de los lácteos que consumía en ese momento.

Aún con la caída del consumo, la composición de la canasta de productos lácteos por parte de los argentinos se mantiene. En base a datos de Agroindustria, se estimó que por cada 100 litros de leche vendidos, 50 son consumidos en forma de quesos (en todas sus variedades), 25 mediante leche fluida y 15 en leche en polvo, mientras que los 10 litros restantes se consumen en forma de otros productos lácteos.

Exportaciones

En el acumulado enero-septiembre de 2019 vs. enero-septiembre de 2018 (último dato publicado por Ministerio de Agricultura) las exportaciones de productos lácteos se redujeron en un 12%, exportando 26.245 toneladas menos, que se traduce en una caída interanual del 15% de ingresos de dólares al país alcanzando USD 574 millones.

Respecto a las exportaciones por productos, el 63% de los ingresos al país por la venta de lácteos son fruto de la comercialización de leches en polvo (32%) y quesos en todas sus variedades (31%), en participación de ingresos, los demás productos son los sueros (10%), leches fluidas (8%) y mantecas (5%), mientras que otros 12 productos completan el complejo exportable (14%).

El producto lácteo más exportado es la leche en polvo que mostró una caída de su precio en el orden del 2,7%, pasando de USD 3.031 a USD 2.961 por tonelada.

Precios

Según datos de la Dirección Nacional Láctea, el productor tambero vendió su producción a $15,72 por litro de leche en el mes de septiembre, aumentando su precio un 50,4% frente febrero de 2019.

Hubo una importante recomposición del precio en la producción primaria, por encima de la inflación para ese periodo que fue del 28,4%. La recomposición del precio en los últimos siete meses permitió a la producción tambera obtener mejoras en sus resultados.

Los precios que perciben los productores tamberos son heterogéneos y varían según la región, la cantidad, calidad y las condiciones de negociación que se tenga con la industria, existiendo un amplio abanico de precios si la producción se entrega a Pymes o industrias grandes.

De acuerdo al Ministerio de Agricultura, en septiembre se pagó en Bs As un promedio de $16,32 por litro, en Salta $14,14 y $15,58 en La Pampa.

En dólares, el productor recibió en septiembre de 2019, 0,28 USD/litro de leche. La relación se
mantuvo relativamente estable si se lo compara con febrero. Pero si se compara con 2 años atrás, la relación cayó un 12%, ya que en ese momento era de 0,31 USD/litro.

A los precios que cobró el productor en septiembre, logró cubrir los costos operativos de la actividad, es decir, los costos necesarios para su funcionamiento, y también los impuestos.

Obteniendo un margen neto positivo de $0,10.10. El resultado positivo de la actividad se dio en un contexto donde además de la recomposición del precio del litro de leche del 50%, los costos del tambo aumentaron, en promedio, un 45%, (el mayor incremento en los costos está dado por los insumos para alimento del rodeo, como por ejemplo silaje de maíz, maíz, expeller de soja, entre otros), que, si además se tiene en cuenta los impuestos, los costos totales aumentaron un 49%.

Análisis de la cadena

El análisis conjunto de la cadena de la leche muestra en el mes de septiembre un resultado positivo de $2,35 por litro de leche. Sin embargo, cuando el análisis es por eslabón en esta oportunidad continúa presentando pérdidas el comercio, a diferencia de otros análisis donde perdía el sector primario y la industria.

Sin embargo, para el caso del comercio, se debe recordar que este producto de primera necesidad es un bien de atracción o de consumo masivo para el comercio, compensando dicha pérdida con otros productos de la cadena láctea. De hecho, al no poder individualizar los costos del supermercado para cada uno de los productos, en realidad se aplica una distribución de los distintos ítems de costos por cada peso vendido. Luego está en la estrategia del comercio a qué productos les pone más o menos margen.

En resumen, del precio que paga el consumidor por el sachet de leche, el 82% son los costos totales de la cadena láctea, 13,4% son impuestos y 4,6% ganancias. En el presente análisis, y a diferencia de meses anteriores, la industria pasó a ser el principal eslabón que incide en la conformación13 del precio de la leche participando con el 37,9% del precio del consumidor, el tambo segundo lugar 29,8%, el comercio con el 18,9% y finalmente el Estado con el 13,4%.

El aumento del sachet de leche que pagó el consumidor entre febrero y septiembre de este año, fue del 33%. De ese aumento, $3,79 fue incidencia del tambo, los otros $8,92 se distribuyeron entre industria, supermercado e impuestos.

En términos comparativos, se muestra en el siguiente gráfico el precio de venta de la leche puesta en tranquera, su participación en el precio final del consumidor y el precio de góndola de la leche. Argentina es el que menor participación presenta en el precio final del sachet, el precio más bajo cobrado por litro de leche cruda y uno de los países que más alto es su precio en góndola.

Fuente: Infortambo