Pero, por el momento, la Mesa de Enlace no llamó a sus bases a protestar y dejó abierto el diálogo con el ministro de Agricultura, Luis Basterra, quien ayer recibió a dirigentes del sector junto con el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa.

Jorge Chemes, el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), resumió la postura del sector, cuyos dirigentes principales se reunieron en la sede de esa entidad después de haberse entrevistado con Basterra y Massa. “Tras el encuentro, en coincidencia con lo expresado por las entidades en los 14 puntos que le presentaron al Presidente de la Nación durante la campaña electoral, (las entidades) reafirmaron el contundente rechazo a los derechos de exportación, por considerarlos un mal impuesto, que no tiene en cuenta la realidad de los productores, desincentiva la inversión y reduce la competitividad de las exportaciones”, dijo Chemes.

El dirigente rural añadió que las instituciones que integran la Mesa de Enlace “reiteraron su compromiso con el diálogo en la búsqueda de entendimientos, tras el paso en falso que significó la publicación de una medida inconsulta y aislada”. Por lo que “destacaron la necesidad de conocer el paquete completo de medidas económicas y productivas en el marco de la Ley de Emergencia que el gobierno enviará al Congreso u otras medidas que puedan tomarse, y el esfuerzo que se le solicitará a los distintos sectores para sobrellevar la crisis”.

En la cumbre con Basterra estuvieron presentes los dirigentes rurales Daniel Pelegrina (Sociedad Rural Argentina; Carlos Achetoni (Federación Agraria); Carlos Iannizzotto (Coninagro), y Chemes (CRA). La reunión entre la Mesa de Enlace, Basterra y Massa se desarrolló en las oficinas que el líder del Frente Renovador tiene en Avenida del Libertador 850. El presidente de la Cámara de Diputados “pasó a saludar”, según contó a El Economista una fuente cercana a Massa, quien antes había estado en la Casa Rosada para depurar el proyecto de ley ómnibus del Gobierno para declarar varias emergencias y, después, se fue al Congreso. El Ministerio de Agricultura no difundió resultados del encuentro.

La medida del Gobierno que desató la bronca del sector rural eliminó el límite de retención de $4 por cada dólar exportado. Como resultado del decreto con el que el Presidente avaló los cambios, la soja quedó alcanzada por una retención del 30% y también se aumentaron las alícuotas para el trigo, el maíz, las carnes, la leche en polvo, las harinas y las legumbres, entre otros productos.

Los aumentos de retenciones motivaron movilizaciones de productores, aunque algunas agrupaciones campesinas minoritarias, como el Foro Agrario Nacional, los celebraron.

Fuente: El Economista