Desde APEO y en este espacio hemos planteado estrategias, sistemas productivos o negocios que tiene como objetivo mejorar la productividad y por lo tanto el resultado económico. Es prudente en este momento analizar cuáles son los elementos que hacen a los productores mejorar la productividad. En un esfuerzo de simplificación se puede decir que para lograr aumentar la productividad se tienen que alinear estos 4 factores:

·Relaciones de precios

·Previsibilidad

·Paradigma tecnológico superador.

·El factor humano.

Se pueden aplicar los tres verbos en cada una de estas dimensiones mencionadas y que reiteramos son necesarias que estén alineadas para lograr aumentos de productividad. Para las relaciones de precios se debe mantener un sistema de información pública que permite a los diferentes actores del agro negocio utilizar esta información para generar reglas de gestión para sus empresas. La disponibilidad de información y que la misma llegue a los tomadores de decisiones en las empresas es un gran catalizador para la generación de negocios. Se deberá mejorar nuestra calidad de inserción internacional, el Uruguay sigue dejando mucho dinero en las aduanas del mundo: por concepto de aranceles dejamos casi 100 US$/animal faenado en aranceles.

La previsibilidad es muy importante: en un contexto incierto nadie toma riesgos. El nuevo gobierno deberá cambiar la forma con que se ha vinculado al sector, nada contribuye a un clima previsible que permanentemente se discutan formas de aumentar los impuestos y tarifas. Hoy la realidad indica que existe una alta proporción de impuestos que son ciegos o a la tierra (60% de la recaudación de impuestos son ciegos) que constituyen una limitante a la inversión. Otro aspecto que el gobierno tiene que cambiar es reconocer las problemáticas que tiene el sector, mal se puede generar un marco de previsibilidad si desde el gobierno se desconoce las reales problemáticas que atraviesan transversalmente los sectores productivos atenuadas por coyunturas particulares en algunos sectores.

La tecnología siempre es importante y lo será más. El gobierno deberá mejorar las respuestas tecnológicas que desarrolla la red de investigación e innovación tomando conciencia que lo que se exige del sistema de investigación son certezas tecnológicas y tiene el deber de llegar con estas certezas a los productores. Se deberá crear un sistema potente de seguros agropecuarios que permitan bajar el riesgo de que una mala cosecha ponga en jaque al enorme entramado de negocio entre agricultores, contratistas, proveedores de insumos y dueños de la tierra.

No se puede mejorar de productividad sin contemplar el factor humano, sin este todo se hace cero. Ahí hay un desafío por crear plataformas de formación para los recursos humanos del futuro del agro negocio. Tenemos un agro envejecido, por lo que está planteado el desafío de crear entornos propicios para la sucesión generacional, se deberá generar condiciones crediticias, o asociadas a condiciones de acceso a la tierra que contemplen procesos de inversión muy fuertes y con tiempos de maduración de dichas inversiones que sobrepasan los 10 años.

Muchas son las cosas que se le pueden pedir al gobierno y está muy bien. Ahora entendemos que lo más importante es tener claro lo que depende de uno, lo que está dentro de su círculo de control e influencia. Tener esto claro a nuestro entender permite recobrar el liderazgo de las transformaciones sin dejar de desconocer que el marco nos condiciona y mucho.

El Uruguay es un país agropecuario, lo es por su importancia en la economía pero mucho más por la identificación cultural, el Uruguay no se puede narrar a si mismo si no lo hace de la mano del devenir del sector agropecuario. El AGRO está llamado a ser parte de la solución de este Gran País que es Uruguay. La coyuntura exige que todos los actores (políticos, productores, investigación, técnicos, proveedores y gobierno) elaboremos la mejor versión de nosotros mismo, la hora que vivimos lo exige y no podemos eludir el desafío.