El limo, que existe en el fondo del lago, es muy rico en nutrientes, los análisis lo dicen, con lo que se podría producir un valioso fertilizante a gran escala, que si es secado y embolsado podrá también significar fuente de empleo para muchas personas, según propuso el Ing. Rodolfo Durelli.

Añadió que existe la tecnología y mucha experiencia en varios países, con la utilización de energía solar, pero se deberá hacerlo en forma gradual y no tendría mucho costo.

Explicó que varias son las causas de la contaminación del lago Ypacaraí y que mucha gente ya ha propuesto soluciones, en diferentes épocas; la JICA ha sido una de las primeras que se preocupó por la “salud” de ese recurso hídrico, refirió.

La actual situación del lago Ypacaraí exige en principio tres frentes de trabajo, dijo. Uno de ellos está relacionado con el saneamiento de la cuenca porque recibe muchos aportes contaminantes, en general no tratados. Las residencias y clubes descargan directamente sus efluentes cloacales ahí; igualmente los arroyos que desembocan en él arrastran desechos, entre varios el que viene de San Lorenzo.

“La gente que rodea al lago es parte del problema, ahora con la bajante quedan al descubierto las cañerías que vienen de los pozos ciegos, con aguas negras. Dudo que todos los clubes de su borde tengan planta de tratamiento de efluentes adecuados”, indicó.

Igualmente, está la capa vegetal y mineral que llega al lago en forma de sedimento, con las continuas precipitaciones.

En segundo lugar, Durelli refirió el cambio climático como otra causa, porque con el aumento de las temperaturas promedios se genera un déficit de oxígeno en el agua y eso trae consigo el desagradable desarrollo desmedido de algas. Esto suele surgir en ciertos veranos, acotó.

En tercer término, mencionó que el propio desarrollo del sistema, al morir las algas caen al fondo y se unen a otros contaminantes y se produce lo que se conoce como “eutrofización”, con la explosión en el desarrollo de algas.