Argentina será el escenario de una de las contiendas más esperadas de los alimentos 4.0, ya que los principales players internacionales y de la región están mirando al «país de la carne» para lanzar hamburguesas.

Y quien acaba de anotarse en esta carrera es el frigorífico brasileño Marfrig, licenciatario de marcas muy arraigadas en el público, como Paty o GoodMark. Desde la compañía confirman a iProUP que ya está desarrollando su propio medallón vegetal, en base a inteligencia artificial.

La apuesta de Marfrig hacia el negocio de las hamburguesas plant based muestra la reconversión de un gigante que busca atender las demandas de las nuevas generaciones: no sólo es el cuarto productor a nivel global, sino además el «campeón» mundial en elaboración de medallones de carne.

«Nos estamos preparando para vender nuestras hamburguesas vegetales en la Argentina. También en Uruguay y Brasil. Tenemos planes para exportarlas a otros mercados que han demostrado interés», señalan fuentes de la casa matriz a iProUP.

De acuerdo con la compañía, el plan de expansión contempla arrancar en la tierra del asado y marcar una fuerte presencia en el canal de food services (restaurantes) y en las góndolas de los supermercados.

Por lo pronto, la producción ya comenzó en la planta que posee en Várzea Grande, Estado de Mato Grosso, cerca de la frontera con Bolivia. Está dedicada sólo a elaboración de alimentos vegetales, evitando el contacto con carnes, para que puedan ser consumidos por quienes siguen una dieta vegetariana estricta.

Además, está ubicada casi en el corazón de Sudamérica, lo que le significará menores costos logísticos para exportar las hamburguesas a todo el Cono Sur en una primera fase. También planea la venta a Estados Unidos y Asia.

«Tenemos la ventaja competitiva de poder producirlo en nuestras instalaciones de Argentina», afirman a iProUP desde Marfrig. La compañía posee una planta en la ciudad de San Jorge, Santa Fe, que elabora 3.400 toneladas mensuales de hamburguesas para cadenas de fast food y supermercados bajo las marcas Paty, Good Mark y Barfy.

Para conseguir la «receta» ideal, la firma brasileña aprovechó la alianza estratégica que mantiene con el gigante agrícola estadounidense Archer Daniels Midland (ADM), que cuenta con tecnología para diseñar alimentos plant based como sustitutos cárnicos y lácteos.

«Después de mucha investigación, ADM consiguió desarrollar una materia prima a base de vegetales. En el caso de nuestra hamburguesa, la soja -cuando se la procesa de forma adecuada- asegura sabor, textura y apariencia muy semejantes a la carne de origen animal», destacan desde Marfrig.

Según revelan, hace rato que fantaseaban con ofrecer esta alternativa a sus consumidores, «pero debía necesariamente proporcionarle una experiencia tan buena como la que experimentan quienes eligen nuestros cortes de carne bovina».

Lo cierto es que la llegada a la Argentina es un hecho y ahora sus directivos están debatiendo cuál de las marcas de su portfolio utilizarán para las hamburguesas. Paty es la que tiene las mayores posibilidades, dada su fuerte presencia en el Cono Sur y considerando que desde este año se vende en Brasil.

Además, Marfrig confirma que apuntará tanto a los supermercados, donde acapara el 50% del share, como a las cadenas de fast-food. Con respecto a los precios, «ya fueron definidos»: se prevé que serán similares a la de los medallones cárnicos.

Con todo, la hamburguesa es sólo la punta del iceberg de la estrategia de Marfrig en el país. También planean lanzar otros productos, como versiones 4.0 de salchichas, milanesas y nuggets de pollo. «Existen muchas oportunidades para desarrollar productos vegetales. Ya hemos aprobado algunos que llegarán pronto, y quedan otros», subraya la compañía.

Al igual que las otras empresas de alimentos 4.0 que están llegando a la Argentina, la firma brasileña no apunta a los veganos, un mercado que –a falta de estadísticas oficiales– representa menos del 5% de los argentinos según cálculos de nutricionistas.

Pero sí se dirige a los «flexitarianos», una nueva categoría que crece con fuerza y ya representa al 44% de la población global. Se trata de quienes siguen una dieta basada en vegetales tras reducir significativamente su consumo de carnes, que ingieren en porciones más pequeñas y en menor frecuencia.

Además, según Kantar WorldPanel, cerca del 30% de los argentinos apuesta a la «comida saludable». Es decir, unos 13 millones de consumidores que ubican a la nutrición por encima del importe de un producto. Y la revolución no está circunscripta al hogar: también las cadenas de fast food se están sumando.

A nivel regional, Marfrig anunció que proveerá la hamburguesa vegetal de Burger King para su combo Rebel Burger, para imitar la estrategia que lleva adelante la franquicia de comida rápida en EE.UU.: gracias a una alianza con Impossible Foods, vende el sandwich Impossible Burger en 5.200 locales. Desde la filial local afirmaron a iProUP que todavía no tienen definiciones para el mercado argentino.

Su competidor, McDonald’s, está realizando una prueba piloto con su combo PLT (siglas de Plantas, Lechucha y Tomate) en Ontario, Canadá, para lo cual se unieron a Beyond Meat. «Vamos a esperar los resultados para decidir cómo avanzar con esta opción», afirman desde Arcos Dorados.

La pelea que viene

El año próximo, la Argentina vivirá una verdadera competencia de hamburguesas 4.0. La primera en salir al ruedo –para anticiparse a las marcas globlales– fue Frizata, que lanzó su Friburger en Rosario –su tierra natal– y durante noviembre llegará a Capital Federal y Conurbano.

Creada por Adolfo Rouillon y José Robledo, Frizata se autodenomina como la primera alimenticia nativa digital de Latinoamérica: no «existe» en el mundo offline, todo se vende desde la página web y se recibe en el domicilio (por $150) o se retira por un picking point, aunque proyectan su expansión nacional y regional.

Ya ofrecen incluye 35 productos congelados (como pizzas, medallones de carne, nuggets de pollo, empanadas, tortillas, etc.), muchos de los cuales surgen a partir de lo que los usuarios recomiendan, aunque esperan aumentar la lista a 50 antes de fin de año.

«Con Frizata no solo innovamos en los productos, además innovamos en cómo llegamos al consumidor, en un trato directo donde cortamos todos los eslabones de abastecimiento», afirma Rouillon.

Así, se consiguen hasta 50% más baratos con respecto a sus competidores en el supermercado. «Revolucionar la comida es un objetivo, pero no vale de nada si no es accesible al público», remarca Robledo.

El equipo de investigación y desarrollo arrancó a experimentar hace dos meses con Friburger, a partir de una idea simple, aunque efectiva: crear un medallón con texturizado de soja que ofrezca la misma experiencia que una hamburguesa comercial.

Tal como anticipó iProUP, varios jugadores globales ya pusieron su ojo en la Argetina. Una de ellas es Beyond Meat, que espera aterrizar en la Argentina antes de fin de año a través de Protteina Foods, una firma chilena que posee la licencia para comercializar los productos de la marca en el país trasandino, la Argentina, Perú y Uruguay.

Otro de los jugadores que apuesta fuerte a la Argentina es la chilena NotCo, que cuenta con el aval de Bezos no sólo para expandirse en la región, sino para llegar a Estados Unidos a través de Whole Foods, la cadena de tiendas saludables propiedad de Amazon.

Según pudo confirmar iProUP, existe otra compañía argentina que está negociando una alianza con Fazenda Futuro, una startup brasileña que también elabora sustitutos cárnicos a partir de plantas y vende su Futuro Burger en supermercados.

De esta forma, varios jugadores competirán para quedarse con el mercado de hamburguesas, cuya versión cárnica representa 92.000 millones de toneladas al año. Y del cual ya varios jugadores quieren tomar un bocado.

Fuente: Bioeconomia