En las últimas cinco semanas los productores vendieron un total acumulado de 3,1 millones de toneladas de soja, mientras que en las cinco semanas previas las ventas llegaron a los 4,1 millones. En terminos de divisas, el movimiento fue equivalente a 1100 millones de dólares, contra los 1400 millones de dólares de las semanas previas.

Se va reduciendo el ritmo de las ventas de soja por parte de los productores a medida que nos acercamos al 27 del octubre y con el condimento adicional de la mejora que se produjo en el precio del dólar luego de conocido el índice de inflación de septiembre, de 5,9%. Incertidumbre económica de súper corto plazo, en el día a día, e incertidumbre política de aquí al 27 del actual.

Sin embargo, a pesar de la baja en la oferta de soja disponible, el mercado físico no muestra síntomas de firmeza y hoy esta estabilizado en 240 dólares por tonelada. Mientras tanto, el precio de la soja de la nueva cosecha se cotiza a 239 dólares por tonelada. Podemos decir que no hay diferencia entre la soja disponible y la futura.

En las mismas últimas cinco semanas los productores vendieron un total de 1,866 millones de toneladas y el total de ventas acumuladas para entregas a partir de abril de 2020 llega a 5,6 millones de toneladas. ¿Será que el productor se está cubriendo ante una posible baja del mercado o ante un potencial aumento en las retenciones?

En el plano internacional, hay que agregar la fuerte caída en las existencias finales de soja estadounidense, ya que el volumen de las exportaciones se mantiene en el mismo nivel con respecto al mes anterior, de 48,31 millones de toneladas, cifra incluso superior a las exportaciones del 2018 de 47,56 millones de toneladas, cuando la producción llego a superar los 120 millones de toneladas.

Finalmente, el problema climático en Estados Unidos termino siendo el factor de ajuste de las existencias finales de soja, con una baja en su producción de 20 millones de toneladas, que compensó la menor demanda de poroto de soja por parte de China.

A pesar de la fuerte baja en la producción de soja en Estados Unidos, la caída de las existencias finales al mínimo de 12,52 millones de toneladas (17,43 millones el mes pasado y 24,85 millones en la campaña 2018/2019), no fue suficiente para generar una apertura alcista en el mercado de Chicago.

Al menos por el momento, la tranquilidad del mercado se relaciona con la continuidad de la tensión comercial entre China y los Estados Unidos, y al poco avance de los chinos con respecto a las compras de soja estadounidense.

En el momento en que los chinos muevan su próxima ficha es probable que el mercado comience a analizar los bajos stocks de soja estadounidense y su impacto para el próximo ciclo comercial 2020/2021.