Ante esta situación Cavidea ha propuesto siete líneas de acción para recuperar el sector productivo y así reactivar la industria, lo que debe suceder “a la brevedad posible y por el bienestar de los venezolanos”.

La Cámara plantea la recuperación del “ingreso real” de los ciudadanos y ofrecer “asistencia focalizada” a los grupos más vulnerables. Así como también la reactivación del aparato productivo nacional y el tejido comercial del país, recuperando la confianza de las inversiones públicas y privadas.

También destaca rescatar los servicios públicos con planes focalizados en las cadenas agroproductivas. Asimismo propone atender el problema la deuda comercial adquirida con los proveedores internacionales “durante el control cambiario”, promoviendo el acceso al financiamiento en bolívares a través de la banca privada; y eliminar cualquier tipo de control que retrase o encarezca las labores de producción y comercialización.

Una familia venezolana necesita 338.625 calorías al mes, de las cuales sólo 15,53%, cifra que en términos proteicos equivale 11,88%, son aportadas a través del sistema CLAP, y para satisfacer la ingesta requerida de macronutrientes básicos se necesitan entre 6 y 7 cajas o bolsas CLAP por grupo familiar.

Para agosto las calorías aportadas a través de este sistema fueron de 10,02%, una caída de 89,98% de las necesarias. En comparación con enero 2019, cuando las calorías por caja o bolsa eran de 27,79%, con una baja de 72,21% de las calorías indispensables.

Estas cifras fueron aportadas por Edison Arciniega, de la ONG Ciudadanía en Acción, quien destacó que Venezuela sólo cuenta con un tercio de los alimentos necesarios para satisfacer las necesidades básicas de la población, además destacó que este beneficio del Estado sólo llega a las parroquias de mayor concentración urbanas y no donde existe más pobreza.

“Tenemos una caída en la cobertura, una disminución en el peso, un aumento en el tiempo de llegada del CLAP. También tenemos una caída en el número de cajas asignadas”, dijo.

Por lo que Arciniega afirmó que la dieta del venezolana pasó de tener 88 rubros, a estar compuesta por seis alimentos de un contenido calórico elevado, más no nutricional, careciendo de proteínas, componentes vitamínicos y micronutrientes provenientes de frutas y carnes necesarios para la dieta del venezolano.

Caída en el consumo

Además, Cavidea, observó un descenso en el consumo de alimentos de 96%. El presidente de la organización, Juvenal Arveláez señaló que la caída del consumo de alimentos procesados ha sido de 62%, incluyendo la compra de proteína animal que ha mermado 86%.

El consumo de lácteos y sus derivados bajó 88%, los carbohidratos 68%, raíces y tubérculos 56%, granos y leguminosas cayó alrededor de 60%.

Mientras que el director del Cendas, Oscar Meza, explicó que una familia promedio en el país necesita al menos 300 dólares mensuales para adquirir los productos de la canasta alimentaria de agosto.

Además, Celso Fantinel presidente de Fedeagro dijo que el sector agrícola está en quiebra por la falta de insumos y el deterioro del sistema eléctrico.