El mes que viene podría estarse presentando el primer borrador de la consultoría internacional donde se analizan los pro y los contra de que Uruguay deje de vacunar su rodeo bovino contra fiebre aftosa y pase a ser reconocido posteriormente como país libre sin el uso de la vacunación.

Ese era el status sanitario que tuvo a partir de 1996 y hasta el 2.000, cuando apareció el primer foco de fiebre aftosa en una colonia lechera de Artigas. Un año más tarde, con un foco índice que se pensaba estaba en Soriano, pero que en realidad comenzó en Colonia, Uruguay perdía su categoría de libre sin vacunación y con ello se desmoronaban los mercados del circuito no aftósico, los mercados de carne con hueso y de alto valor.

Actualmente, en el marco de un trabajo interinstitucional e intersectorial, tres consultores de elite, junto a otros dos de Sudamérica, analizan los beneficios y los problemas frente al escenario de dejar de vacunar.

La consultoría se llama “Costos y beneficios del cambio de escenario respecto a la vacunación de fiebre aftosa” y los trabajos están bastante avanzados. El presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC), Federico Stanham, explicó que esa consultoría “empezó en mayo” y los técnicos “ya estuvieron dos veces en Uruguay tratando de ajustar bien los objetivos de la consultoría. Ahora estuvieron hace dos semanas y se hizo un taller de tres días en Dilave con presencia de representantes de las gremiales de ganaderos y la industria frigorífica, así como personal técnico del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y del Instituto Nacional de Carnes”.

En el marco de ese encuentro se mostraron los avances que tenían en base a la información que se les suministró y algunas definiciones que se precisan para poder redondear el modelo de costo beneficio. “La idea es que vengan en octubre con los primeros resultados del análisis costo-beneficios para terminar de validarlo en el mismo régimen de trabajo público privado e intersectorial, para ver si se pueden cumplir los plazos y entregar el informe final en noviembre”, explicó Stanham.

Hoy Uruguay “no tiene apuro en dejar de vacunar, pues accede a mercados como Corea del Sur y Japón siendo país libre con vacunación. Quizás hace 20 años el apuro era otro, el mercado de carne con hueso era muy importante, hoy no lo es. Los mercados importantes con hueso son China y Corea del Sur. China lo tenemos y Corea, por ahí, hoy no justifica dejar de vacunar por el pequeño mercado con hueso que tiene”, estimó el presidente del INAC, sin adelantar ningún resultado.

Los años pasaron y la realidad del mercado internacional cambió, ya no sólo en el comportamiento del mercado internacional, sino en cómo se valora la condición sanitaria actual del Uruguay, “de forma que no están muy claras las ventajas inmediatas de dejar de vacunar y es una decisión que le pesa mucho, principalmente al sector ganadero”, aseguró Stanham.

Por otro lado, siendo país libre de fiebre aftosa con vacunación, Uruguay puede entrar con cortes con hueso en China, pero exporta sin hueso a Corea del Sur, Estados Unidos y a Japón, el mercado más exigente del mundo en cuanto a sanidad, calidad e inocuidad.

El titular del INAC consideró que “está muy bien” hacer esta consultoría, dejar de lado los apuros y fomentar la discusión con elementos científicos y técnicos sólidos sobre la mesa para tomar la mejor decisión. ¿Qué puede apurar a Uruguay a tomar la decisión de dejar de vacunar los bovinos contra fiebre aftosa? Seguramente los países vecinos y especialmente Brasil, que busca acelerar los estados libres de aftosa sin vacuna para potencializar y ganar más mercados para sus carnes.

“En la medida que nuestros vecinos avancen en dejar de vacunar y en la erradicación, por ahí nos ponen alguna presión adicional, porque tenemos que tener mucho intercambio con nuestros vecinos y eso podría generar algunos problemas”, estimó Stanham.