El Investigador del Conicet y del Instituto de Investigaciones Fisiológicas y Ecológicas Vinculadas a la Agricultura (Ifeva), Gervasio Piñeiro, aportó una interesante mirada sobre el beneficio de los cultivos de servicio en el ecosistema agrícola.

—¿Cuál es la zona donde se dieron estas cosechas?

—Es la región Pampeana, desde Necochea hasta casi el centro sur de Santa Fe, donde tuvimos los últimos ensayos. También el oeste de Córdoba. La red está abarcando casi toda la zona Pampeana productiva.

—¿Cómo realizan la búsqueda de los nuevos lugares?

Andrés Madias de Aapresid es el número cinco del equipo, es la pieza fundamental para jugar, distribuir y buscar gente para formar esta red. Este año estamos teniendo sobredemanda hay mucha gente que quiere sumarse a la red. Pero con el gran trabajo que hace Aapresid eligiendo los productores y el trabajo de la Universidad y el CONICET vamos pensando los experimentos y analizamos los datos para comunicarlos.

—¿Se utilizaron fertilizantes en los cultivos de servicios?

—En la mayoría de los cultivos de servicio no, algunas leguminosas sí se les puso fosforo que después lo aportan para el cultivo siguiente. Y evaluamos sí en maíces el efecto de fertilizar el maíz con un cultivo de fertilizantes antes o después. Ahí se ven resultados interesantes. Cuando tenés leguminosas antes de un maíz te ahorras una buena parte de la fertilización o a veces todas si logras un buen servicio de vicias o trebol.

—¿Con respecto al cultivo de servicio se ha probado algún efecto productivo?

—Sí claro. El efecto productivo hay gente que también lo come y lo pastorea. Esto funciona muy bien porque ese cultivo sirve para otros servicios, como mejorar el suelo y combatir malezas, fijar nitrógenos. Y al hacer eso, está habiendo un impacto productivo en el cultivo siguiente. Sobre todo, maíz que es el que se da cuenta en el mismo año que lo sembraste. Por ejemplo, respecto a la soja los datos que tenemos es que empieza a rendir más a partir de los dos o tres años posteriores a la siembra.

—Cómo fue el rendimiento de las leguminosas y las mezclas?

—En general la red de las dos fue muy buena. Las leguminosas sorprendieron en las vicias villosas que se prendieron muy bien. Las mezclas destacamos que anduvieron casi todas muy bien, siempre alguna especie compensó y también tuvieron muy buen resultado en los cultivos posteriores.

—¿Cuánto fue el costo hídrico?

—Siempre alguna especie compensó y también tuvieron muy buen resultado en los cultivos posteriores. El costo hídrico fue bastante claro a la fecha, de quemado de secado del cultivo de servicio. Un promedio de 40 milímetros en toda la zona. Un 25 por ciento de capacidad de campo, pero al momento de la siembra del cultivo estival no hubo consumo hídrico o fue positiva. Es decir que había más agua en las parcelas que tuvieron cultivo de servicio que las que tuvieron barbecho. El caso extremo fue Paraná que tuvo casi 40 por ciento más de agua en el suelo.

—¿Hubo problemas con alguna especie?

—Sí este año lo que no anduvo bien fue el trébol. Creemos que el problema tiene que ver con la profundidad de siembra. Sin embargo, lo bueno es que hay una gran oportunidad de mejorar esta técnica muchísimo.
Los cultivos de servicio van a tener un impacto grande en el ambiente en la mejora productiva, para producir más y mejorando el uso del ambiente disminuyendo el uso del agroquímico.

—¿Tienen expectativas de extenderse?

El año pasado la red ya teníamos sitios en el NOA que los perdimos por distintas razones de logísticas. Este año en el norte tenemos varios sitios. Santiago Del Estero y Chaco.