En la zona este, el primero de octubre próximo pasado comenzó la siembra del algodón, por un especial pedido de los productores a SENASA a través del Ministerio de la Producción de la provincia de Santa Fe. Dicha solicitud se basó en las condiciones ambientales reinantes, aprovechando así las mejores temperaturas y la adecuada humedad de la época, escapando al período de alta población de picudos, coincidente con la etapa de floración del cultivo.

En la zona oeste no se modificó la fecha de siembra.

✓ Caracterización de la siembra

La superficie sembrada en la zona este de la provincia fue de 10.620 ha, un 80 % de la intención de siembra, estimada en un principio.

En el área del departamento San Javier no se sembró lo planificado debido a las abundantes precipitaciones y a los excesos hídricos.

Por otro lado, como consecuencia de dichas lluvias, nuevamente se sembró el 7 % de la superficie implantada.

El 71 % del cultivo se realizó bajo el sistema de siembra convencional y el 29 % restante, en sistema de siembra directa.

✓ Crecimiento y desarrollo

Al final de la siembra, a mediados de noviembre, la implantación fue un 40 % muy buena, 49 % buena, 10 % regular y el 1% mala.

• Noviembre y diciembre 2018: durante dichos meses se produjeron importantes y abundantes precipitaciones en toda la zona, en particular en el sector del departamento San Javier, donde se concretaron inundaciones y anegamientos de predios por un período de varios días, como resultado del relieve de la zona y la posición topográfica de los mismos.

También en los distritos: Florencia, Villa Ocampo y Las Toscas del departamento General Obligado, los lotes sembrados en segunda instancia que presentaron problemas de implantación y con cuidados (tratamientos), padecieron las consecuencias de las precipitaciones y los excesos hídricos.

• Enero 2019: las lluvias agravaron la situación, con las pérdidas de plantas o directamente partes de lotes, complicando aún más la realización de los tratamientos necesarios contra malezas y plagas.

Por otro lado, los lotes sembrados en primera instancia, se encontraron en mejores estados.

• Febrero: las condiciones climáticas fueron más estables y con menos manifestaciones de eventos, permitiendo la recuperación del cultivo y la generación de nuevas estructuras reproductivas.

Se realizaron de manera adecuada los tratamientos con herbicidas, insecticidas y reguladores de crecimiento.

Durante la segunda quincena del mes se efectuó el defoliado de algunos lotes.

✓ Cosecha

Ante la realidad descripta, al final del mes de febrero la superficie cosechada se ubicó en un 2 % de lo sembrado.

• Marzo: período favorable para el cultivo de algodón, debido a que las precipitaciones ocurridas fueron inferiores a la media histórica, en la mayor parte del noreste algodonero de la provincia de Santa Fe, no así en el sector sureste, distrito Romang hacia el sur, donde a fin del mes ocurrieron lluvias superiores a los 100 mm.

Durante el mes el proceso de cosecha tomó mayor ritmo y con ello hubo considerable número de lotes cosechados, donde el rendimiento promedio del algodón en bruto giró alrededor de los 2.000 kg/ha.

• Abril: las tareas de defoliación, cosecha y destrucción del rastrojo avanzaron con buen ritmo hasta que se detuvo a mediados del mes, donde las precipitaciones, que en general acumularon el promedio histórico mensual en 15 días y además agravado por la corta frecuencia entre los eventos de lluvias.

Los cultivos se encontraron en general en estado muy bueno a bueno, aunque se observó un leve aumento de lotes en estado regular, producto del atraso en las tareas de recolección, lo que produjo pérdidas de calidad y de cápsulas, además de un enmalezamiento de los lotes.

En cuanto a la cosecha, el avance se ubicó en torno al 55 – 60 %, siendo el mismo mayor al norte de la ciudad de Reconquista.

Los rendimientos promedios de algodón en bruto se situaron en un 70 % de la superficie, entre 1.500 a 2.500 kg/ha.

Casi el 80 % de lotes en pre-cosecha tuvieron una pérdida baja, producto de las precipitaciones.

Por otro lado, la destrucción de los rastrojos tuvo un avance del 50 al 55 % de la superficie cosechada hasta dicha fecha.

• Mayo: las labores de defoliación, cosecha y destrucción de los rastrojos se vieron bastante paralizadas debido a los frecuentes días nublados, que alternaron con lluvias y lloviznas (especialmente a inicios del mes), donde en general, las precipitaciones acumularon un promedio histórico para la región (aunque con sectores puntuales donde fue superior), lo que condicionó y frenó las actividades de manera importante, porque además, las condiciones ambientales no permitieron el secado de los terrenos y el avance, aunque sea, de algunas acciones menores.

En general, los cultivos se encontraron en estado muy bueno a bueno, aunque se observó un leve aumento de lotes cuyo estado varió a bueno, regular o malo, producto del atraso en las tareas de recolección, lo que originó pérdidas de calidad y cápsulas, además de un enmalezamiento de los lotes.

En cuanto a la cosecha, el avance se ubicó en torno al 70 %, con una variación intermensual de 10 a 15 puntos porcentuales. Los rendimientos promedios se ubicaron en un 66 % de la superficie entre 1.500 y 2.500 kg/ha de algodón en bruto (lo que indicó que disminuyeron con respecto a los datos del mes anterior, porque hubo mayor porcentaje de lotes que rindieron menos de 1.500 kg/ha).

La mayoría de los datos de fibra correspondieron al grado comercial D (similar al mes anterior) y el promedio de rendimiento de fibra fue del 31% (datos al mes de mayo).

Se continuaron observando pérdidas en pre-cosecha, producto de las condiciones meteorológicas.

• Junio: las labores de defoliación, cosecha y destrucción de rastrojos avanzaron a un ritmo lento, porque a mediados de mes, hubo días nublados con lloviznas y en algunas zonas se registraron importantes montos pluviométricos. Estos eventos, además afectaron al cultivo y no permitieron el secado de los lotes, para la prosecución de los trabajos.

Los cultivos se encontraron en general en estado bueno, con tendencia al aumento de lotes con cultivos en estado regular, producto del atraso en las tareas de recolección, lo que provocó pérdidas de calidad y cápsulas, además de un enmalezamiento de los lotes.

El proceso de cosecha avanzó y se ubicó en torno al 85 %, donde el avance intermensual fue de 15 puntos porcentuales. Los rendimientos promedios se ubicaron en un 80 % de la superficie entre 1.500 y 2.500 kg/ha de algodón en bruto (lo que indicó que disminuyeron con respecto a datos del mes anterior, ya que hubo mayor porcentaje de lotes que rindieron menos de 1.500 kg/ha).

La mayoría de los datos de fibra correspondieron al grado comercial D (similar al mes anterior) con aumento del grado comercial D1/4 y el promedio de rendimiento de fibra fue de 30,8 % (datos al mes de junio).

Se continuó observando pérdidas en pre-cosecha, producto de las condiciones climáticas.

• Julio: transcurridas dos semanas finalizó el proceso de cosecha, quedando pendiente como compromiso y obligación por parte del sector productivo, la destrucción de los rastrojos de los últimos lotes cosechados.

✓ Caracterización de la siembra

La superficie sembrada en la zona oeste de la provincia fue de 40.200 ha, un 89 % de la intención de siembra estimada en un principio. No lográndose el objetivo debido a las precipitaciones y a los excesos hídricos.

El 39 % del cultivo sembrado se realizó bajo sistema de siembra convencional y el 61 % restante, en sistema de siembra directa.

✓ Crecimiento y desarrollo

El estado del cultivo durante el mes de noviembre fue un 43 % muy bueno, 44 % bueno y el 13 % regular.

• Diciembre 2018: por los excesos hídricos causados por las abundantes precipitaciones registradas en la zona, el cultivo desmejoró, lo que provocó que lo sembrado no fuera uniforme, los lotes que se resembraron o parte de los mismos se enmalezaron.

Debido a esto el proceso se retrasó y se solicitó a SENASA la postergación de la fecha de siembra.

• Enero 2019: continuaron las precipitaciones, agravando la situación del cultivo y condicionando en su totalidad la posibilidad de las actividades de aplicaciones y de controles en los cultivares.

• Febrero: la situación hídrica mejoró mucho, especialmente en la zona norte del departamento Nueve de Julio. De los lotes que no se perdieron, se observó, que en general continuaron entre regular a bueno, con un crecimiento superior al normal, con mayor proporción en estado vegetativo, con poca carga y lotes con mucha presencia de malezas.

En la zona del distrito de Villa Minetti el estado de los cultivos que no fueron afectados por la inundación, se observaron estados entre muy bueno a regular, en general con un buen control de malezas.

• Marzo: en el transcurso del mismo se produjeron precipitaciones de importancia que afectaron nuevamente a los cultivares de algodón. Lotes que se iban recuperando se complicaron y se imposibilitó la reducción de su crecimiento por causa de la humedad en los perfiles de los suelos y de las temperaturas diarias medias a altas.

✓ Cosecha

En el mes de marzo, ante la realidad descripta la superficie cosechada se ubicó en un 0,2 %, de lo sembrado.

• Abril: los excesos hídricos como consecuencia de las importantes lluvias, que alcanzaron en promedio de 200 mm, complicaron la situación de toda la región, especialmente las áreas ubicadas en el límite con la provincia de Santiago del Estero. El agua de las intensas precipitaciones, que alcanzaron los 350 mm de promedio ocurridas en dicha provincia, con suelos saturados y por escurrimiento superficial, debido a la pendiente natural en dirección este, afectó directamente toda la zona mencionada.

Los lotes cosechados, que fueron muy pocos (10 % de lo que estaba en pie), mostraron un rendimiento inferior al que aparentaban, ubicándose alrededor de los 1.200 a 2.000 kg/ha de algodón en bruto, con calidades en general grado D y rendimiento de fibra entre 27 y 30 %.

En cuanto a los lotes que estaban próximos a la cosecha, se esperó una mejora para el ingreso a defoliar; otros ya se habían defoliado y estaban a la espera de aplicaciones de desecante, dado que hubo un gran rebrote de plantas, por la alta humedad y los días calurosos de los últimos días del mes de abril.

• Mayo: la situación productiva siguió siendo compleja. Existieron zonas en que la situación fue más complicada aún, como el norte del departamento Nueve de Julio en que la situación fue más problemática que hacia al sur del mismo.

Durante el mes de mayo no se produjeron precipitaciones importantes, por lo que bajó mucho el nivel del agua (entre 40 y 50 cm) en los lotes afectados por la inundación, pero igualmente en general continuó muy complicado todo, lo que hacía imposible el arribo o el ingreso a muchos predios, por las malas condiciones de los caminos.

En cuanto a las características de los cuadros, muchos se presentaron muy blandos en partes o completamente. Todo se agravó, por las mismas condiciones meteorológicas que se sucedieron en el este de la provincia, como días nublados con lluvias, lloviznas y precipitaciones (acumulándose aproximadamente en promedio 50 mm en toda la zona oeste).

Ocurrió también, que en los lotes que fue posible el ingreso para la cosecha, resultó imposible el retiro de la producción porque los caminos estaban intransitables.

Los lotes cosechados fueron pocos, con un avance del proceso de cosecha en el orden del 15 al 20 % de lo que continuó en pie, mostrando un rendimiento que se ubicó entre los 1.300 a 2.400 kg/ha de algodón en bruto, con calidades en general grado D y rendimiento de fibra entre 27 y 32 %.

El mayor porcentaje de valorización del cultivo se encontró entre bueno y regular, con mayor agravamiento por malezas, con respecto al mes anterior.

• Junio: la situación de los cultivares siguió siendo compleja en general, existiendo zonas o áreas más complicadas que otras, ya que el norte del departamento Nueve de Julio estuvo más afectado que el sur.

Durante el mes no se produjeron precipitaciones importantes, pero en general los lotes estuvieron blandos a muy blandos en su totalidad o por sectores, lo que complicó muchísimo la realización de las actividades de la cosecha.

El día 26 se manifestó la primera helada, siendo muy notoria, ya que su duración e intensidad dañó la totalidad de los cultivos de algodón, secando las hojas desde la base hasta el ápice de las plantas.

En la última semana del mes de junio se cosecharon algunos lotes, los más altos topográficamente y se observó la fibra manchada, el galleteado de bochas, causadas por las lloviznas y días húmedos con baja insolación; otras dañadas por el picudo, mucha pimienta originada por la no utilización de los defoliantes en aquellos cuadros donde no fue posible el ingreso y luego se produjo la helada, que actuó como desecante natural e hizo que las hojas quedasen adheridas a las plantas.

También se reportaron predios donde hubo importantes pérdidas de capullos por los fuertes vientos.

El avance de cosecha fue del orden del 25 al 35 % de lo que estaba en pie, donde el rendimiento promedio se ubicó en los 1.400 a 1.600 kg/ha de algodón en bruto, con calidades en general grado D o menor y rendimiento de fibra entre 27 y 32 %. El mayor porcentaje de valorización del cultivo se encontró entre bueno y regular con aumento de lotes en estado malo, con agravamiento por las malezas, con respecto al mes anterior.

• Julio: transcurridas dos semanas finalizó el proceso de cosecha, quedando pendiente como compromiso y obligación del sector productivo, la destrucción de los rastrojos de los últimos lotes cosechados.