La demanda de semillas que están mostrando los productores, hacen prever una buena área de maíz, consolidando una tendencia que se arrastra de algunas zafras atrás.

“Estamos viendo una muy buena demanda de parte del productor y siendo relativamente conservador, estimo que la subas del área estarán entre 5% y 10%”, destacó Marcos Carrera, líder comercial de Monsanto en Uruguay.

Con esa suba, el área del maíz quedaría en esta campaña entre las 140.000 y 150.000 hectáreas, ya sea con destino a grano como con destino a silo.

Carrera consideró que para el mercado y para los productores, así como para la rotación de cultivos, “es una muy buena señal que suba el área de maíz, sobre todo porque termina consolidando la suba de tres años seguidos y va de la mano de lo que sigue siendo el resultado para el productor”.

Es que en los últimos tres años, este cultivo mostró un mejor resultado para el productor frente a la soja. El técnico consideró que no se puede hacer una rotación soja-maíz mejor que la actual, pero dijo que en la medida que se pueden explorar los límites de lo que es posible, “de lo que es factible por limitante de suelos, estamos más en el camino que necesitamos”.

herramientas. El líder de Monsanto en Uruguay, contó que más allá del lanzamiento de los maíces híbridos, la empresa está buscando “herramientas para mitigar el riesgo. Esa es una de las cosas que precisa el maíz para estabilizar área”. Cifró sus esperanzas en que el mercado copie esta iniciativa para poder consolidar ese crecimiento del área para la forrajera.

Entre esas herramientas que promueve Monsanto está “el seguro por sequía que se está lanzando, en base a un riesgo índice y para complementar eso una herramienta de riesgo de rendimiento”.

Explicó que a lo que apunta la compañía es a que el productor baje el riesgo de cultivo.

“Entendemos que es un cultivo que tiene una inversión grande y al tener una inversión grande se torna más alto”, explicó Carrera.

En este caso el riesgo de sequía Monsanto lo está dando incluido en el pack y asume el costo, “de forma de colaborar en la relación con el productor de tomar parte del riesgo para bajarlo”.

El técnico consideró también que otra herramienta para bajar el riesgo del negocio es el riego, pero “como no es masificable, lo que buscamos es trasladar parte del riesgo a un operador”.

Ojalá el mercado “logre una forma de seguros de rendimiento, de forma de estabilizar y saber que el productor tiene acotado el nivel de pérdida y subir más el área”, dijo Carrera.

Hace 10 años, en Uruguay se plantaban 40.000 o 50.000 hectáreas y hoy “estamos arriba de 80.000 hectáreas y deberíamos estar más cerca de 110.000 hectáreas como área piso”, consideró el líder de Monsanto en Uruguay.

Respecto a la soja, donde la campaña agrícola todavía está más fría que el maíz, Carrera consideró que el área de soja se mantendrá estable, aunque quizás pueda darse “una leve caída, producto del escenario de precios” para la oleaginosa.

Carrera no pasó por alto que la soja tiene su lugar dentro de las campañas agrícolas y dentro de las rotaciones agronómicas, pero consideró que debe ajustarse a las relaciones de precios del mercado y a los valores de la renta de los campos, para poder permitir un negocio que sea bueno para las dos partes y de ese modo poder equilibrarlo.

“El negocio termina dando un resultado positivo interesante, mucho más alto que cualquier otro, salvo en maíz. El tema es cómo se reparte el resultado del negocio”, explicó.

Según su visión, hasta que “no se consiga equilibrar la balanza entre el agricultor y el dueño de la tierra —el que cobra la renta— el negocio de la soja será muy frágil”.

En términos generales se está ante una muy buena zafra y las esperanzas de los agricultores están jugadas a poder recomponer los números del negocio agrícola, que en años anteriores no fueron buenos.