El acuerdo de integración económica entre el MERCOSUR y la Unión Europea ha generado apoyos y rechazos. Los rechazos más llamativos vienen del kirchnerismo considerando que Cristina Fernández había manifestado su apoyo a ese acuerdo en 2014. Los kirchneristas que formularon declaraciones contra el acuerdo MERCORSU-UE fueron Alberto Fernández, Kicillof y Fernando Solanas, el hombre de los 35 asesores.

Ese rechazo parece demasiado apurado para sostener que todavía no somos competitivos porque recién el año que viene va a estar pulido y traducido a todos los idiomas de los países que integran la Unión Europea. Luego ese acuerdo tiene que ser aprobado por el parlamento europeo con mayoría calificada, lo que significa que 16 de los 28 países tienen que aprobar el acuerdo y también tiene que ser aprobado por los congresos de los países que integran el MERCOSUR.

Una vez sorteados todos estos pasos, comienza una reducción arancelaria por etapas que dura 15 años, así que cuando pueda comprar mi primer auto importado de Europa sin aranceles, ya voy a ser un economista entrado en avanzada edad. De lo anterior surge que los que se oponen al acuerdo parecen oponerse más por deporte e ideología proteccionista que por argumentos serios.

Lo concreto es que, si se sortean todos estos pasos, al MERCOSUR en general y a la Argentina en particular, se les abre un mercado de 508 millones de habitantes con un ingreso per capita de U$S 36.500. Por su parte, el MERCOSUR tiene una población de 275 millones de habitantes con PBI per capita de U$S 12.000. Hay que tener mentalidad de piquetero prefiriendo cortar calles en vez de trabajar si te ofrecen un mercado del doble de población y más del doble de ingreso per capita.

Antes de continuar, vale la pena resaltar que este proceso de integración va llevar más de 15 años, de manera que argumentar que con estas tasas de interés, esta carga impositiva y esta legislación laboral no podemos acordar no tiene sentido. Hay suficiente tiempo como para que los partidos políticos acuerden las reformas estructurales para ser competitivos y cuando llegue el momento ser competitivos.

En un paper que publicó Jorge Avila en 2008 sobre tratados de libre comercio, identifica incorporaciones al mundo en forma individual al estilo Chile o Argentina en el siglo pasado. Acuerdos comerciales con superpotencia como el que hizo México con EE.UU. vía el NAFTA y tratados supranacionales como los que hicieron España e Irlanda con la UE.

Chile hizo una integración al mundo en forma unilateral estableciendo un arancel único del 11% que luego lo fue reduciendo y, además, firmó tratados de libre comercio. Ese arancel único fue establecido en 1979, aunque previamente se habían removido trabajas y reducido aranceles a las importaciones, pero el proceso de apertura económica e integración al mundo fue mucho más agresivo a partir de 1979.

El cuadro 1 muestra la relación de las exportaciones de bienes y servicios/PBI de algunos países seleccionados que se integraron al mundo bajo diferentes formatos y Argentina que se mantuvo aislada del mundo.

Gráfico 1


Por ejemplo, mientras nosotros incrementamos la relación exportaciones/PBI en 8,4 puntos porcentuales entre 1961 y 2018, Chile, con la apertura comercial, la incrementó el doble: 17,4 puntos porcentuales, Irlanda 88,4 puntos porcentuales, Hong Kong 105 puntos, Corea del Sur 40 puntos y España 26,3 puntos. Todos incrementaron su relación exportaciones de bienes y servicios/PBI mucho más que nosotros.

El gráfico 1 muestra cómo evolucionaron las exportaciones de ambos países entre 1961 y 2018. Chile toca un pico del 45% por el precio de las commodities por sus exportaciones de cobre mientras que nosotros, exportando también commodities llegamos a un pico de 22,3% en ese año.

Gráfico 1


Gráfico 2


Como siempre salta el que dice que ese es un negocio para pocos (esperemos que ahora no digan que Alemania, Italia, Francia u Holanda hacen dumping social como decían de las importaciones del sudeste asiático cuando querían cerrar la economía) y la población no se beneficia. El gráfico 2 muestra la evolución del PBI per capita en dólares constantes de 2010 comparando Argentina y Chile. Con su integración al mundo y su amplio proceso de privatizaciones, Chile nos ha pasado el ingreso per capita.

Si vemos los casos de países que hicieron tratados supranacionales, es decir con un conjunto de naciones desarrolladas y disciplinadas, la forma en que crece el PBI per capita de esos países respecto a Argentina nos deja mudos.

Gráfico 3


España comienza sus grandes transformaciones económicas e incorporación a la UE luego de la muerte de Franco en 1975 e Irlanda inicia su proceso en 1987. Irlanda, con un territorio de 70.000 kms.2, menor al territorio de Formosa y con una población de 4,8 millones de personas, exporta U$S 400.000 millones al año y tiene un ingreso per capita que es casi 8 veces mayor al nuestro. España, con la misma cantidad de habitantes que nosotros, tiene un ingreso per capita 3 veces mayor al nuestro y exporta U$S 489.000 millones al año. Ninguno de estos países tiene Vaca Muerta, la pampa húmeda o el litio, pero se anclaron a instituciones serias que los obligan a adoptar políticas públicas sustancialmente más razonables que las nuestras. Seguramente esos países cometerán errores, pero no tan groseros como los nuestros. Es que al estar aislados del mundo creemos que hacer las barbaridades económicas e institucionales que hacemos, no tienen costo. Creen los populistas y los progres que la riqueza está en la pampa húmeda y solo hay que redistribuirla. El resultado es que los países que se integraron al mundo en forma aislada, con superpotencias o con supraestados, todos salieron ganando en bienestar para sus poblaciones.

Nosotros lo vivimos a fines del siglo XIX y principios del siglo XX cuando nos incorporamos al mundo (y no me vengan con que era un país en que la gente se moría de hambre porque ningún español, italiano o alemán iba a cruzar el atlántico para ser sometido a trabajo esclavo y morirse de hambre).

Fue un período en que al incorporarnos al mundo e incrementar nuestro comercio se atrajeron inversiones las cuales generaron puestos de trabajo y mejoras en el nivel de vida. Por eso en 1895 y 1896 tuvimos el ingreso per capita más alto del mundo.

Y si me vienen a correr con que antes ese ingreso estaba mal distribuido y unos pocos se quedaban con el grueso del ingreso, les digo que en todo caso hoy estamos peor porque la pobreza explotó y solo la casta política y algunos empresarios prebendarios viven bien, el resto es sometido a un sistema de esclavitud impositiva y los otros viven de los mendrugos de los punteros políticos y líderes piqueteros.

En síntesis, el tratado de libre comercial entre MERCOSUR y UE es una de las mejores noticias que hemos tenido en mucho tiempo. Sin duda que falta mucho para su implementación y hay suficiente tiempo para hacer las reformas necesarias para ser competitivos. Tal vez demasiado tiempo para mi gusto. Pero lo cierto es que Argentina solo puede salir adelante integrándose al mundo para anclarse a la calidad institucional de los países más serios y atraer un volumen importante de inversiones destinadas a las exportaciones. Esas inversiones permitirán bajar la pobreza, la desocupación y mejorar el ingreso real.

Tenemos la oportunidad de jugar en la champion league y algunos políticos ya se están quejando porque prefieren seguir jugando el campeonato de solteros contra casados. No vaya a ser cosa que la gente mejore sus ingresos reales de tal manera que, sin la legión de pobres que hoy tenemos, esos políticos pierdan su trabajo y tengan que ponerse a trabajar ellos y sus asesores.

Fuente: Economía para Todos