De acuerdo con un análisis llevado a cabo por la calificadora, de 2015 al año pasado el sector agrofinanciero ha presentado un crecimiento constante, impulsado por un mayor financiamiento de la banca de desarrollo, como es el caso del fondeo que otorga el Fideicomiso Instituido en Relación con la Agricultura a las instituciones financieras no bancarias, el cual muestra un incremento de 16.7 por ciento.

Pero el impulso al sector también se explica por el crecimiento de las exportaciones de productos agroalimentarios, que ha registrado superávits cuatro años seguidos.

En 2018 cerró en 5 mil 840 millones de dólares, lo que representó un incremento de 10.9 por ciento frente a los resultados del año anterior, el mayor saldo alcanzado en 24 años, a pesar de la desaceleración económica global y los efectos causados por la guerra comercial entre China y Estados Unidos.

Sin embargo, HR Ratings expresó que existe preocupación, pues en los pasados dos años la calidad de la cartera ha mostrado presiones debido a la siniestralidad presentada principalmente en el cultivo de maíz, lo que ha derivado en que el índice de morosidad ajustado –resultado más refinado que incluye la cartera vencida más quitas y castigos, así como la cartera total más esos elementos– haya pasado de 3.5 por ciento al cierre de 2015 a 4.6 el año anterior.

La calificadora analizó a 27 instituciones financieras especializadas en el sector agropecuario e indicó que presentan un fondeo a costo variable, mientras su cartera se encuentra, en su mayoría, a tasa fija.

Indicó que poco más de la mitad de ellas han tenido impacto en sus métricas de rentabilidad, debido al inadecuado calce de las tasas de sus activos con las de sus pasivos, por lo cual presentan un monto expuesto al movimiento de tasas de intereses y, por tanto, su rentabilidad, aunada al aumento del costo de fondeo en años recientes.

Sin embargo, HR Ratings consideró que el sector agrofinanciero, en su rentabilidad derivada de la posible disminución de las tasas de referencia por el Banco de México, se beneficiaría en el reajuste del calce de tasas de interés.

La calificadora consideró que si bien la solvencia del sector presenta una ligera tendencia a la baja, conforme se incrementan los volúmenes de cartera muestra adecuados niveles de solvencia y se espera que éstos continúen con la tendencia que muestran actualmente.