Los arándanos son pequeñas frutas de color azul oscuro, recubiertas por una leve pruina y con un exquisito sabor, ligeramente ácido. Este alimento –poco habitual en la cocina de los argentinos– brinda notables beneficios para la salud, ya sea consumido fresco o en distintas preparaciones.

Brinda un aporte nutritivito extraordinario para la dieta, que contribuye con vitaminas –principalmente C y las del grupo B–, minerales y ocupa los primeros lugares entre los alimentos vegetales que se destacan, tanto en cantidad como en calidad, por sus antioxidantes. Por ello, el consumo de esta magnífica fruta produce efectos beneficiosos en la salud que protegen al organismo de los efectos degenerativos de la edad, de las infecciones del tracto urinario y contribuye con el buen mantenimiento del sistema cardiovascular y el de la visión.

En Argentina, hay 2.800 hectáreas con plantaciones de arándano azul distribuidas principalmente en Tucumán, Entre Ríos y Buenos Aires, y tiene contribuciones cada vez más importantes por parte de las provincias de Salta, Santa Fe, Corrientes y Misiones.

La cosecha comienza en el norte durante agosto y se extiende hasta mediados de diciembre, lo que posibilita abastecer al hemisferio norte en contraestación, es decir, cuando en esa zona no tienen producción propia.

La producción oscila las 18.000 t, las que se exportan en mayor medida a USA, Reino Unido y Europa, sin embargo con el afán de ampliar los mercados, en la última campaña se incursionó en el mercado Chino con notable éxito.

Es un cultivo que requiere gran cantidad de mano de obra calificada, en etapas claves como la poda, la cosecha y empaque genera más de 20.000 puestos de trabajo en todo el país.

El 95% de los arándanos argentinos se exporta como fruta fresca, aproximadamente el 2% se reserva al mercado local y el 3% restante se destina a su industrialización para la producción de pasas, frutos congelados, jugos, mermeladas y pastas congeladas para helados, yogur y repostería.

 

Controles del Senasa

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) realiza acciones para mantener la sanidad, calidad e inocuidad en la cadena de producción de arándano con el fin de que los consumidores de todas partes del mundo y los de nuestro país disfruten de esta fruta saludable, con excelente calidad y seguridad.

El Senasa identifica y habilita a los establecimientos que realizan el proceso de empaque, para lo cual deben cumplir con requerimientos edilicios, de procesamiento del producto y contar con personal capacitado para trabajar con ese alimento. Además, de cumplir con normativas de envasado y de identificación que ayudan a mantener la trazabilidad del producto.

Según los destinos, la exportación se complementa cumpliendo con protocolos fitosanitarios que pueden involucrar tratamientos estrictos de la fruta en cámaras de bromurado o con frío durante el tránsito a destino.

Cuando la fruta se despacha, el Senasa certifica los envíos garantizando que se cumplan con todas las medidas fitosanitarias correspondientes a la sanidad, la trazabilidad y la inocuidad de este alimento.

Desde la campaña “Alimentos saludables” alentamos a los consumidores locales a que apuesten a esta producción nacional y se animen a incorporarlo con más frecuencia a sus dietas.