La Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) reportó que 768.417 toneladas de soja menos fueron exportadas a mayo de este año y que estima que el perjuicio para el país en términos económicos asciende a US$ 230,5 millones.

El informe de aquel gremio revela que de enero a mayo de 2019 se enviaron 3.476.930 toneladas de soja, mientras que en el mismo periodo del año 2018 se desalijaron 4.245.347 toneladas, lo que equivale al 19% menos de exportación.

La asesora de comercio exterior de la Capeco, Sonia Tomassone, al ser consultada al respecto señaló que el efecto de la reducción de la cosecha de los sojicultores, en el orden del 23,5%, derivó en la menor exportación, a la que se suma la retracción de los precios internacionales en el periodo citado, en donde apenas osciló los US$ 300 la tonelada, 15% menos que un año atrás.

Al ser preguntada respecto a las consecuencias que tendrá la merma en la exportación del grano para nuestro país, Tomassone refirió que al dejar de exportarse casi 800.000 toneladas, se dejaron de prestar alrededor de 180.000 fletes de camiones en los cinco primeros meses del año. Todo eso influye en el bolsillo del camionero y en toda la cadena productiva y comercial que mueve la soja en nuestro país, agregó.

Efecto derrame

“A eso le sumamos la cantidad de barcazas que no está trabajando porque no existe producción de soja. El efecto derrame de la soja es muy amplio en toda la economía. Estamos hablando de los camioneros, los embarcadores, los puertos, además del tema bancario. Se resiente toda la economía del país, que es lo que estamos sintiendo hoy”, expresó.

Señaló que toda esa situación descripta hace que el productor no esté recuperando sus costos de producción. “Por eso es que se había hablado con el Banco Central y otros entes financieros para refinanciar las deudas del productor. En ningún momento se pide condonación de deudas. El productor va a pagar su deuda pero a un plazo más largo”, indicó.