La filtración a la prensa del informe de la exportación de ganado en pie y su impacto en el complejo cárnico uruguayo, que fue presentado a productores e industriales la semana pasada en una reunión cerrada previo a que ingrese a discusión en la Junta del Instituto Nacional de Carnes, generó malestar entre los integrantes de la cadena, según dijeron varias fuentes consultadas por Rurales El País.

De acuerdo con la información a la que accedió el Semanario Búsqueda, el estudio solicitado por el Ministro de Ganadería el año pasado asegura que al menos el 70% de los frigoríficos tuvieron resultados negativos en 2017, solo cinco empresas de las 16 analizadas lograron un cierre positivo en ese año.

La publicación también expresa que el INAC advierte que las industrias requieren una reducción de costos del orden del 3,6% en promedio para alcanzar el punto de equilibrio, el equivalente al 1% sobre las ventas de carne, lo que representa unos US$ 28 millones.

Según explicaron a Rurales El País, el ministro Benech está desde hace varias semanas en conocimiento de los detalles del trabajo elaborado por el Instituto Nacional de Carnes, que ingresaría a discusión de la Junta Directiva del INAC en un máximo de dos lunes para realizar la conclusión final.

Productores e industriales manifestaron en varias oportunidades su malestar por la filtración del documento, porque “se había pactado no divulgar” el material hasta que el informe ingrese a la Junta del INAC. Al mismo tiempo, los productores pusieron en tela de juicio los “supuestos analizados” por el Instituto. En primera instancia porque el estudio “se basa en el resultado económico y productivo de un año, en 2017 la exportación en pie superó las 330.000 cabezas y no de un periodo de 5 a 10 años —del 2013 al 2017 por ejemplo—, donde en los primeros años de ese lustro la salida de animales vivos no fue mayor a las 200.000 reses”. Las fuentes consultadas también demostraron disconformidad con la selección de las empresas frigoríficas analizadas, sin contemplar que el perjuicio económico de algunas industrias “no se debe únicamente a una escasez de la oferta y aumento del valor de la hacienda gorda”, explicaron.

Al mismo tiempo destacaron otras variables que inciden en los costos industriales y están afectando a varias empresas y no fueron tenidos en cuenta, como “el ausentismo laboral y la baja productividad, es un problema cultural y representa un 20% de los costos”.

Fuentes de los productores contaron que hace unos meses se presentó en la Junta Directiva un trabajo elaborado por los técnicos del INAC donde las gremiales de los frigoríficos pidieron que se midiera el impacto de la importación en pie en el empleo. “Después de analizarlo, cada gremial hizo sus aportes y planteó los aspectos que consideraba importante y que no se habían presentado en ese trabajo e incluso los técnicos del INAC reconocieron que quedó mal”.

En contrapartida, las gremiales de productores pidieron otro trabajo técnico en el INAC, manifestando “que se mida cómo influye en el precio del ternero en el mercado cualquier cosa que se haga sobre la exportación de ganado en pie”, dijeron las fuentes.

Agregaron que los técnicos del INAC, luego de estudiarlo, contestaron que es imposible prever qué pasará con el precio del ternero, si se toca la exportación en pie en algún sentido”. Entonces, ¿cómo se va a recomendar al ministro (Enzo Benech) tomar una decisión si no se miden los perjuicios que puede generar en todo el mercado de reposición cualquier decisión que se tome sobre la exportación de ganado en pie. Queda una pata renga”.

Por otro lado, los productores aclaran que el lugar dejado por cada ternero en pie que se exporta, “se arrendó a la forestación, se hizo agricultura o en ganadería se puede haber hecho un ciclo completo, invernada o cría. Eso genera nuevos puestos de trabajo y nuevos animales al frigorífico”, afirman los productores.