Con la finalidad de compenetrarse de las prácticas de control biológico con insectos, el entomólogo e investigador de INIA Quilamapu, Luis Devotto, visitó el Departamento de Tacna, en Perú, localidad que comparte numerosos cultivos agrícolas y plagas con la vecina Arica, especialmente en el valle de Azapa.

La visita se concentró en el “Instituto Basadre de Investigación en Agrobiotecnología y Recursos Genéticos” y en un campo de olivos de la empresa Baumann, lugares donde el especialista chileno conoció los manejos que se realizan en huertos de olivos, maíz, pimentón, tomate, entre otros, con liberaciones masivas de una microavispa y de larvas de un depredador.

Devotto explicó que los investigadores peruanos liberan por cada hectárea un promedio de 150 mil individuos de la microavispa Trichogramma, de 1 milímetro de largo (principalmente de las especies pintoi y pretiosum), lo que realizan unas tres veces por temporada. Estos diminutos insectos parasitan los huevos de diversos insectos plagas entre los que se encuentran las polillas margaronia o gusano del brote del olivo (Palpita persimilis), el gusano cortador (Heliothis sp.), y la polilla del tomate (Tuta absoluta), las cuales también están presentes en los valles del norte chileno.

En el caso de los insectos depredadores, el investigador de INIA indicó que se utiliza la Chrysoperla carnea, insecto alado de mayor tamaño, cuyas larvas se alimentan de los insectos plagas. Para efectos de control biológico, las crisopas (como son conocidas comúnmente) se liberan en dosis de 10 mil individuos por hectárea, principalmente para eliminar otros insectos como los chanchitos blancos y moscas blancas de diferentes especies.

La presencia de Luis Devotto en Tacna, obedeció a la gestión de los especialistas peruanos Carmen Salcedo de la Sub Dirección de Control Biológico del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA) y Jorge Quenta, productor privado de biocontroladores.

Relación con la agricultura chilena

Además de recibir información técnica aplicable a los proyectos que INIA Quilamapu desarrolla en el control de plagas agrícolas en las regiones de Ñuble y del Maule, la visita del entomólogo Luis Devotto a Tacna le permitió interiorizarse del desarrollo del control biológico inundativo en la zona, del rol de los privados y de los entes públicos, y del impulso que la Universidad Nacional Jorge Basadre dará al tema en los próximos años.

A su regreso, el investigador, que forma parte del Centro Tecnológico de Control Biológico (CTCB) de INIA Quilamapu, resaltó el hecho que el personal a cargo del control de plagas en los campos, posea una fuerte formación en monitoreo, identificación de plagas y uso de controladores biológicos. Asimismo, destacó que la producción privada de controladores biológicos se apoye en un ente público en lo concerniente al control de calidad (existe un sello voluntario administrado por el SENASA).

Finalmente, Devotto valoró el que el Estado peruano aporte al sistema mediante la mantención de “núcleos” de los diferentes insectos, que vende a los privados cuando éstos lo requieren para conservar el vigor y eficacia de los biocontroladores que venden, ya que los insectos acumulan defectos cuando la reproducción ocurre entre individuos emparentados y no se introduce “nueva genética” por mucho tiempo.