Se confirmó por laboratorio el caso de “vaca loca” (encefalopatía espongiforme bovina) detectado el mes pasado en Brasil y como primera medida, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MAPA), cerró temporalmente las exportaciones de carne bovina a China.

El cierre temporal responde a una medida de transparencia en un mercado clave para la ganadería brasileña, donde se está jugando la habilitación de 13 nuevos frigoríficos.

La aparición de este segundo caso, ahora en Mato Grosso —el primero fue en mayo de 2014 en Paraná— es una mala noticia para la carne bovina y para el mercado.

Como informó El País en su momento, las autoridades sanitarias brasileñas notificaron del caso a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) el pasado 31 de mayo, pero el problema se detectó el 5 de mayo. Según el MAPA se trata de un caso de “vaca loca atípica”, en una vaca Nelore de 17 años, en Mato Grosso, en un establecimiento ganadero que tiene 22.794 bovinos. El animal fue sacrificado e incinerado y sus productos no entraron en la cadena alimenticia. Las pruebas de materiales enviadas al laboratorio Lethbridge (en Alberta, Canadá), que es el referente mundial para encefalopatía espongiforme bovina, resultaron positivas. El mismo diagnóstico se registró en el Laboratorio Federal de Defensa Agropecuaria (en Pernambuco, Brasil), cuyo resultado fue emitido el 13 de mayo, según el parte de Brasil enviado a la OIE.

La enfermedad es causada por una proteína anómala, conocida como prión, surgió en 1986 en Reino Unido y puede transmitirse al humano como la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, una encefalopatía bastante similar.

Espera. Es prematuro afirmar que la salida temporal de Brasil del mercado chino, donde los casos de peste porcina africana repercutieron en una mayor demanda por proteínas rojas, puede beneficiar a la ganadería uruguaya. Primero porque la aparición de “vaca loca” en Brasil es una mala noticia para todo el mercado, porque los consumidores, por precaución retraen el consumo, por más que la carne sea segura y los materiales de riesgo —por mandato sanitario del organismo mundial que regular el comercio de animales vivos y subproductos: la OIE— como ojos, médula y sesos , son destruidos en un incinerador.

También hay que tener en cuenta que Uruguay tiene poco ganado gordo como para aprovechar a fondo el hueco que pueda dejar Brasil en China.

El anterior caso de Brasil generó un desmoronamiento de los mercados para ganado en pie y para sus carnes, pero en pocos meses fue levantado.

El CEO de Marfrig para el Cono Sur, Marcelo Secco, dijo a Rurales El País que el accionar de Brasil “es muy transparente” y considera que ahora se debe esperar para conocer “cómo se sigue técnicamente” y “cuál es el accionar de los mercados”.

Secco explicó que al ser un caso “atípico” el riesgo se ve “minimizado” en comparación con otros hechos similares en Estados Unidos y Canadá. El empresario entiende que hay que “esperar para ver los antecedentes en materia de sanciones y ver cómo reaccionan las autoridades sanitarias de los países compradores de carne de Brasil”. Otro aspecto es, controlado este episodio y si no aparecen nuevos casos en los rastreos que está realizando Brasil, ver si la OIE modifica o mantiene el status sanitario para “vaca loca” que hoy tiene Brasil.