Se completa la primera de las dos semanas que comprenden la Marcha Funcional de los Caballos Criollos que, denominada Pablo Furest Pacheco, se realiza en la ciudad de Melo.

Esta prueba de Comportamiento se transforma en una gran herramienta de selección, resaltando las principales virtudes de la raza: resistencia, poder de recuperación y rusticidad, recorre en esos 15 días 750 km.

Y se viene cumpliendo el objetivo. Tras las primeras 7 etapas, todas reguladas, sólo se bajó por decisión propia, uno de los 57 binomios que se hicieron al camino el domingo pasado.

Esto habla de evolución.

Aun cuando el objetivo de la Prueba no es la velocidad, la evolución genética hace que se vayan mejorando también los tiempos tras 750 km.

Si bien se deben considerar las condiciones climáticas y de los caminos, es bueno recordar que recién en la Prueba del año 1990 se bajó de las 70 horas: 68,49,34. Tras eso, varias Marchas lo han logrado.

El récord sigue siendo el que empleó “Campana Yana” (Huracán La Invernada x Chicharra Molles (Curioso Cencerro), de cabaña “La Martineta” de Joaquín Cuello, en la Marcha de disputada en la ciudad de Florida en el año 2016, con un acumulado de 66:59:52.

Durante los 15 días, la Prueba es también una herramienta de selección de amigos, en una actividad que se disfruta en familia. Porque son mucho más que 57 jinetes los que participan, con pasión y amor por los Criollos. Además de las autoridades de la prueba y simpatizantes que también acompañan.

En ese sentido, así como están los de gran experiencia, como el Ing. Agr. José María del Campo Gigena, ya con 30 Marchas disputadas y muchas ganadas. Según aseguró ha transmitido esa pasión a sus hijos que también han disputado varias competencias. “Es que les trasmití a ellos lo que me recibí de mis padres”, dijo en esta competencia que le tiene como locatario.

También entre los experientes jinetes están Gonzalo Souza, ganador de 6 Marchas, entre ellas la del año pasado, Elder Dorneilles, que ha ganado también varias Marchas, Joel Stolovas, Juan González, Sandro Alves, Horacio Castells, Ignacio Ferber y Luis Astore.

Pero, como cada año, en otra de las fortalezas de la competencia, se integran nuevos jinetes y cabañas. Entre ellos muchas chicas como María Costa, Fernanda Isasti, María Elisa Saravia, Piqui Narancio, Florencia Alori y Mairen Rodríguez.

Aseguró que está disfrutando en familia, “desde que se empieza a entrenar hasta que se corre, salimos a entrenar juntos con Valentín (Gamarra), y los dos niños acompañan, aprenden a mojar las yeguas y lo disfrutan”. Pero además las cuidan y le dan de comer”.

Largó ella, pero desde ayer sábado empezó Valentín “como regalo de cumpleaños y la seguirá hasta la llegada”. Piqui confiesa que “acá estamos los 4, junto con los Tatas” y dijo que eso es la Marcha: “se hace en equipo, aunque corra uno, porque a la llegada estamos todos ayudando y apoyando. Se ven familias de todos los departamentos y eso también es la Marcha, todos alrededor del caballo Criollo”.

Debut. Para la debutante Florencia Alori tampoco es una Marcha más. “Mi familia hace 20 años que cría caballos Criollos, no somos de “tradición marchera”, pero corrí varias veces el campeonato nacional de Enduro y varias Marchitas”, afirmó. Pero confesó que “cuando mis padres me propusieron correr esta Marcha no lo dudé, ya que era acá en mi ciudad y la podía correr alternando con los estudios”.
Y aseguró que es un desafío “para mí y para mi yegua, un orgullo correr algo tan grande y tan lindo como la Marcha, donde todos nos hacemos amigos y ayudamos mutuamente, sin duda una competencia de resistencia y poder de recuperación”. Y además el hecho que la yegua sea de la cabaña “El Terrón”, de su familia, “me enorgullece más aún, poder sacar nuestros Criollos a ruta es algo que no tiene precio”, dijo. Y agregó: “es una experiencia única, no hay palabras para describir lo que se vive en ella”.

Perdiendo plata… El Dr. Fernando Berasain es la sexta vez que participa en una Marcha. “Veo un nivel alto, los caballos en su mayoría están parejos de estado y preparación”, analizó. Su yegua, “Crinera”, pasó un problema sanitario y se recuperó.

Disputar una Marcha para este joven veterinario, es la actividad más importante. “Estos 15 días pierdo de ganar plata en mi profesión, pero espero durante todo el año para correrla”.
El propietario de la cabaña Divisa Blanca, de Rivera, recordó que la yegua la compró en 2015 y ya a fines de ese año empezó con trabajo de campo y entrenamiento. En 2017 corrió dos enduro de 80 km., fue a una Marchita en Flores donde ganó y otra en Artigas donde se lesionó. En 2018 no pudo participar en ninguna competencia. Pero se recuperó y está confiado para completar los 750 km. ahora en Melo.

Debutante locatario. Valentín Ibáñez, tiene 21 años y es la primera vez que disputa una Marcha. “Es lo más grande que hay dentro de la raza Criolla, es algo inolvidable, correr al lado de gente con experiencia con la cual se aprende a cada paso no tiene precio”.

El principal de cabaña “Los Arándanos”, junto con su hermano Leonardo, dijo que “trato de cuidar la yegua, llegar en los tiempos justos”. Su yegua viene bien y su objetivo es hacerla llegar. “El año que viene la pienso llegar a Salto ya con esta experiencia. Es un trabajo y una preparación para la yegua y para mí, confiesa el jinete.

“Soy de acá, empecé acá y tengo a mi familia y amigos, por lo cual es algo especial para mi disputar esta Marcha”, dijo.

Enseñanza de vida. Santiago Pareja también tiene 21 años. Confesó que “soy apasionado por los caballos desde chico. Es como una terapia que te desconecta de cualquier tipo de problemas y te mantiene feliz”.

Correr la Marcha dijo que tiene un significado muy importante. “Soñé desde chico y gracias a Dios lo puedo cumplir ahora en Melo. Son 15 días donde se vive una experiencia única con amigos, haciendo nuevas amistades, generando vínculos”. Pero lo más fuerte, aseguró, “es el vínculo con el caballo”.

Para Santiago la competencia deja una enseñanza de vida “pues hace entender el corazón que tiene un caballo y esa sensación que por más que pase frío, calor, repechos, bajadas, hay que seguir para adelante”. Dijo que es una sensación única “para los que somos apasionados por los caballos”.

Consideró que “es fundamental el entorno de la familia que comparten toda esta vivencia durante 15 días”. Y agradeció “el gran apoyo de la organización, veterinarios y tropilleros. Y especialmente a mi caballo”. Sobre lo que falta lo definió como: “para adelante están las casas…”.

Gran desafío. La Agremiación de Criadores de Caballos Criollos de Cerro Largo se está jugando una parada difícil. Es que, la presidida por Juanjo Costa Fraga es una comisión directiva joven. “Somos nuevos estamos trabajando mucho y que vengan los veteranos a felicitarnos por cómo está saliendo es muy bueno y reconforta”, aseguró Costa.
Es por ello que agradeció a todos los que están apoyando para que esto salga bien.
Respecto a la competencia destacó que sólo uno de los 57 que largaron se haya bajado por decisión propia. “El nivel está muy lindo, vienen cuidando los caballos y se están aprontando para la semana que viene que es la más dura”.

Para Costa Fraga, que ha sabido ganar Marchas, “se nota cómo ha mejorado el nivel y la preparación de los caballos y también de los jinetes”.

El homenaje. Juanjo Costa aseguró que “nos juntamos en la directiva, resolvimos reconocer a Pablo Furest, porque siempre ha estado en la vuelta de los Criollos, sean Enduro, Marcha, Chasque, siempre está El Aguila, por eso la decisión”.
“A Pablo uno lo ve reflejado en sus caballos Criollos. Hablar de él es hacerlo de El Águila, es recordar aquellos primeros años en que tomó las riendas de la cabaña de Hereford, Criollos y Corriedale. Es hablar del primer padrillo Trueno, luego Don Horacio, Antenor, etc. Hablar de Pablo, es hablar de Elenita, su esposa. Sus hijos Marcela, Pepe y Nico, todos con el mismo amor por los Criollos y por el campo, luego esa tropilla de nietos, con los mismos sueños que su abuelo le enseñó> los Criollos”, escribió Robert Paggiola Gaudín en el catálogo.

Lo que falta. Hoy domingo se recorrerán 7 leguas en la mañana (35 Km) y 3 en la tarde (15 Km), con tiempo regulado. Mañana lunes será el único día de descanso en los 15 de la prueba. El martes se disputará la llamada “Lima Sorda”, con 10 leguas en la mañana (50 Km) y 6 leguas en la tarde (30 km) con tiempos regulados. El miércoles se recorrerán, sólo en la mañana, 6 leguas (30 Km.) también en tiempo regulado. Y a partir del jueves, comenzará la definición de la competencia con las pruebas libres: el jueves serán 6 leguas en la mañana y 4 en la tarde, el viernes 10 en la mañana y 4 en la tarde. El sábado se realizará la última etapa regulada: 6 leguas en la mañana y 4 en la tarde. Y todo se definirá el próximo domingo con las últimas 8 leguas (40 km) libres desde la hora 7 de la mañana.

Los ganadores de los últimos 5 años.

Los resultados de las últimas 5 Marchas Funcionales de los Caballos Criollos fueron:

Año 2018. En Minas, La ganadora absoluta, con un tiempo de 67 horas, 31 minutos y 43,2 segundos fue “Dorada Rumbeadora” (Reposero La Invernada x Cachimba (Pulpero Queguay), de cabaña “El Rumbo” de Gustavo Souza, con Gonzalo Souza de jinete. La ganadora de la categoría Menores fue “Tape Donostia” (Sao Martim Guante x Tape Patriada (Mañanero Rezongón), de Santa Elena de Guarapirú de Roberto J. Mailhos, con Gonzalo Cantero de jinete.

Año 2017. En Artigas, ganó “Mechita” (Gallo la Garrapata x Chiruza Retobada (Jordan Cue 150 Pericón), de cabaña “Don Salvador” de Pablo Paiva, que tuvo como jinetes a Valentina y Mercedes Paiva, con 67 horas 30 minutos 44 segundos. En la categoría Menores de 7 años, la ganadora fue “Esperanza San Telmo” (Malicioso La Invernada x Tijera Incauta (Gata Incauta), de cabaña “San Telmo de Horacio y Diego de Brum, con Elder Dornelles como jinete.

Año 2016. En Florida, ganó “Campana Yana” (Huracán La Invernada x Chicharra Molles (Curioso Cencerro), de cabaña “La Martineta” de Joaquín Cuello, con Martin Vidal de jinete, 66:59:52. En Menores de 7 años, la ganadora fue “Pioja” (Gallo La Garrapata x Alfiler 2 (Cachila 2), de cabaña “Don Salvador” de Pablo Paiva, con Valentina Paiva de jinete.

Año 2015. En Salto. Ganó “Gauchada La Invernada” (Abedul LI x Chinoca LI (Halcón LI), de cabaña “Don Eloy” de Estefanía Urrutia, con Martín Vidal de jinete, tiempo de 67,08,10. En Menores: “Chirimoya Bordona” (Canto LI x Leona LI (Halcón LI), de “Tres Cerros” de A y E Stolovas, con Martín Weiszman de jinete.

Año 2014. En Melo, ganó “Taba de Fraile Muerto” (Aguador La Invernada x Calandria Mora (Gringo) de cabaña San José de Hnas. Isasti Estévez, con Fernanda Isasti de jinete. En Menores ganó “Piedra Buena Fatal” (Bucanero La Invernada x Coe Cararrota (Tañido Fogoso) de cabaña “Tres Cerros” de AyE Stolovas con Ari Stolovas de jinete.