Siempre fue una inquietud la tecnología aplicada a la maquinaria agrícola. Y en función de ella, la constante búsqueda de capacitación e investigación para poder discernir por qué un cultivo responde de una forma u otra en un determinado ambiente; qué variables juegan a la hora de definir los rendimientos, o como impactan las diversas condiciones climáticas y las características de los suelos.

De las variables mencionadas anteriormente hay varias que están muy estudiadas y con mayor o menor complejidad sabemos cómo tenemos que actuar, pero para otras hay muchas preguntas y pocas respuestas o sabemos las respuestas pero no conocemos donde estamos parados. Y para poder encontrar las respuestas hay que empezar a conocer cada uno de los componentes de este complejo sistema.

Como dice una profesora que tuve en este camino de aprendizaje de la agricultura por ambientes, hay que empezar a medir las variables, hacer análisis de suelo, entre otros, y conocer todos los factores que pueden estar afectando el sistema. Y, además, como dice un amigo que coseche en este ámbito, busquemos la forma de medir, pongamos números a todas estas variables, busquemos resultados y evaluemos su productividad y su impacto ambiental, no debemos olvidar que los recursos en la agricultura son finitos y que si tomamos malas decisiones estaremos perjudicando el futuro. El suelo se lo debemos a nuestros hijos y debemos hacer prácticas sustentables.

A partir de estas inquietudes, y en el trabajo con la firma Gorgerino Hnos., que fue adquiriendo maquinaria que permite hacer siembra variable, aplicación variable de fertilizantes y que cuenta con cosechadoras y picadoras con monitor de rindes, comenzamos a transitar este camino de conocimiento, apoyados técnicamente por el equipo de Formagro.

A partir de 2015 arrancamos nuestra capacitación y empezamos a desarrollar acciones concretas y en equipo. Formamos el grupo de trabajo, evaluamos los distintos sistemas para generar los ambientes e iniciamos el relevamiento de los lotes, donde calibramos los cultivos que dieron mejores respuestas. Así, con las ideas más claras, pudimos avanzar con la capacitación del resto de las personas que nos acompañarían en el trabajo cotidiano.

Desde ese momento estamos trabajando en la generación de los ambientes con un set de imágenes satelitales, a partir de NDVI. Determinamos los puntos de muestreo del suelo, hacemos relevamiento de los lotes y ambientes dentro de cada campo, analizamos las posibles causas limitantes de cada lote para así poder comenzar con un trabajo particular para cada espacio.

Elegimos el cultivo, determinamos densidad de siembra variable y, a partir de los análisis de suelo, el fertilizante y las dosis a utilizar que, generalmente son variables. Continuamos con el manejo pormenorizado de los lotes y terminamos en la cosecha con los monitores de rendimiento. Todas estas decisiones se toman con el respaldo de informes técnicos y con ensayos testigo que hacemos a campo. Luego, cerramos cada campaña con análisis económicos y productivos de todos los lotes y de todos los cultivos.

Un detalle muy importante en este sistema de agricultura por ambientes es que a ésta tecnología no solamente la aplicamos a la producción de granos, sino que llega a todos los lotes y a todo los cultivos que hacemos en la empresa, que es una explotación mixta que, además, produce granos para su comercialización, terneros en campos bajos salinos sódicos, carne en su feedlot y leche en sus tambos. Los cultivos tienen por destino la venta o el consumo, la generación de forraje para consumo animal a partir de silaje o heno como reserva y, también, para pastoreo directo.