Ricardo Negri, presidente del Senasa, organismo descentralizado de la Secretaría de Agroindustria de la Nación, y el embajador argentino en Beijing, Diego Guelar, y el consejero agrícola Hernán Viola, se reunieron con autoridades de la Oficina de Inocuidad y de Cuarentena Animal y Vegetal de China.

Allí salió tanto el acuerdo para estandarizar el certificado único para todas las carnes como la implementación del Memorando de Entendimiento de Inocuidad, firmado en marzo pasado, para agilizar la habilitación de frigoríficos.

En tanto, se fijaron las fechas para que inspectores chinos visiten a la Argentina para harina de soja, ganado en pie, suero fetal bovino y harina de pescado. El país ya exporta poroto y aceite de soja, pero aguarda por la harina.

El mes pasado estuvo visitando campos de la zona de Rosario Hu Chunhua, viceprimer ministro chino que tiene la llave para autorizar esas compras de harina de soja.

Los funcionarios argentinos escucharon de boca de las autoridades de la Aduana de China que la Argentina es el país que más mercados logró abrir en China en los últimos años. No se han registrado rechazos a la mercadería argentina, dato que en el Senasa valoran como una confianza de China.

Según se explicó, se avanzó en gestiones para que ese país reconozca las áreas libres de mosca de los frutos, lo que beneficiará a la producción de peras, manzanas y cerezas, el registro de establecimientos de arvejas y los certificados para exportar miel y ovoproductos.

La semana pasada, tras un viaje a China del secretario de Gobierno de Agroindustria Luis Miguel Etchevehere, el presidente Mauricio Macri anunció la apertura del mercado chino para la carne de cerdo.

Ya hay tres frigoríficos de carne de cerdo habilitados y se trata de una oportunidad de negocio para el país en momentos en que la peste porcina africana está ocasionando una importante mortandad de cerdos. China produce 54 millones de toneladas de carne de cerdo y caería a menos de 48 millones de toneladas. Podría perder 200 millones de animales.

En este contexto, China necesitaría adquirir más carne de cerdo en el exterior. Según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), sus importaciones saltarían de los 1,56 millones de toneladas en 2018 a 2,2 millones de toneladas. Se trata de un volumen que duplica largamente las compras que hacía el país asiático