En Argentina, en la zona núcleo se cosechó ya más del 80% y a nivel nacional poco más del 50%. El ingreso de un interesante volumen sudamericano, no condice con la debilitada demanda china, principal comprador de poroto a nivel mundial.

El enfriamiento de compras chinas comenzó hace un año atrás con la guerra comercial, la cual sigue vigente y al momento no tenemos resolución en firme. De todas maneras, el mercado corrió el foco y ahora lo ubica en la fiebre africana porcina. La continua aparición de brotes preocupa a los operadores, temiendo un impacto mayor al de la guerra comercial. El consumo de soja ya muestra una merma comparado con campañas anteriores y la gran pregunta es ¿Cómo hará China para satisfacer el consumo local de carne porcina, con una caída en su producción? La primera alternativa se ubica en la importación, aumentando la producción en el resto de países, aunque esto no sería suficiente, teniendo en cuenta que China produce y consume la mitad de carne de cerdos a nivel mundial. Argentina y Brasil, entre otros países, ya se encuentran en negociaciones para exportar carne a China.

Como único factor alcista en soja, vemos la posición de los fondos muy vendidos. En el caso de modificarse algún driver del mercado, un cambio en la posición de los fondos podría darle a la soja algún respiro en cuestión de precios.

En maíz, también observamos un posicionamiento neto de los fondos en niveles de ventas históricos, los cuales informan 42 millones de toneladas vendidas a la semana pasada. Aunque los fundamentales alcistas del cereal se distancian de los comentados en soja, llevando a un rally alcista de precios en la última semana. El factor de mayor preocupación en el maíz es la demora de siembra en Estados Unidos. Con campos anegados por humedad, temperaturas por debajo de lo normal e incluso nieve, la siembra muestra una demora considerable. El avance se ubica en la mitad de lo observado en campañas anteriores y la preocupación surge por pronósticos de lluvias para los próximos días. De no lograr a sembrar dentro de la venta optima (mediados de mayo aproximadamente), los escenarios posibles son dos: una caída en rindes o una menor área sembrada, derivando cultivos a soja.

A nivel local, los movimientos de precios internacionales impactaron en nuestro mercado. En el mercado de soja, sumado a la tendencia bajista internacional, nos vemos afectados por la presión de cosecha. Se observa nuevamente un diferencial importante entre la mercadería disponible y la posición más cerca del mercado a término, mayo. Seguimos recomendando, en caso de tener que realizar ventas, diferir las mismas al mes de noviembre, con un pase que volvió a tener tasas interesantes. Aunque los valores nos son tentadores para realizar ventas, no descartamos poner un piso mediante opciones, para asegurarnos un precio minino de venta en el caso de registrar una mayor caída. Dado el precio elevado de las de las opciones, optaríamos por la estrategia piso-techo, limitando el potencial alcista pero abaratando la operación.

En cuanto al maíz, el precio reflejó el interés por parte de la exportación. Los compromisos de embarques maiceros se encuentran en niveles máximos en las últimas dos campañas, con una disminución de camiones a puertos justificada por una desaceleración de la trilla. La cosecha argentina se centró en la soja, dejando de lado el maíz, al menos hasta finalizar la recolección de la oleaginosa. La demanda del cereal incrementó los valores de la mercadería disponible tanto en pesos como en dólares. La situación podría tener un tiempo limitado, ya que a partir de julio comienzan a ingresar los lotes tardíos en Argentina y Brasil.

Para aquellos que cosechen el maíz en julio, la presión logística jugará un papel fundamental. Con el fin de evitar presión de cosecha, optaríamos por diferir la venta al mes de diciembre, mejorando el precio US$ 10 y captando una tasa anualizada por encima del 18%. También debemos notar que comenzaron a realizarse operaciones de campaña 2020, negociándose contratos de maíz tempranos para abril del 2020 en US$ 140. Si bien aún resta mucho tiempo, resulta interesante a fin de planificar la campaña entrante.

Fuente: Centro de Gestión Agropecuaria