SANTA FE.- Nuevas lluvias y desplazamientos de impresionantes masas líquidas que derivan del sudeste de Santiago del Estero y del Chaco volvieron a dejar a decenas de localidades de los departamentos 9 de Julio y Vera, en el extremo norte santafecino, caminos intransitables y campos improductivos.

En tanto, se registraron lluvias de hasta casi 200 mm en la zona central de la cuenca lechera santafecina, según reflejaron los productores en redes sociales.

Todo ocurre cuando todavía no se habían terminado de recuperar de la catástrofe hídrica vivida en enero pasado. Como en aquel entonces, pueblos y parajes rurales se encuentran nuevamente bajo el agua y en medio de una compleja situación.

"La situación es similar a la de diciembre-enero, con el agravante de que antes el agua estaba más encausada. Ahora, como ya el suelo no puede absorber más y casi no hay capacidad de escurrimiento, la masa de agua se desparramó sobre todos los campos. A eso hay que agregarle que ya estamos en otoño y hay menos horas de luz solar", explicó Germán López, jefe de Bomberos y de Defensa Civil de Villa Minetti, una de las localidades más castigadas.

El agua acumulada en Chaco y en Santiago del Estero, por declive natural, evacua hacia el sur, es decir hacia el norte santafecino. A ello se debe sumar un gran porcentaje de agua que se desplaza por canales clandestinos que ejecutaron en los últimos años productores de aquellas y de esta provincia.

Según informes aportados a LA NACION, "por el momento, los cascos urbanos se encuentran sin agua. Las defensas están funcionando bien, pero al límite", aseveró López, quien además advirtió que la situación por las inundaciones es más preocupante en los parajes rurales.

"Algunos ya están aislados, y por eso desde Protección Civil de la provincia se trabaja para asistirlos vía aérea helicópteros. Hasta ahora no hay evacuados", remarcó.

Por su parte, Loreley Naldini, productora agropecuaria a unos 25 kilómetros de Villa Minetti, desestimó que se hayan iniciado obras en esa parte del noroeste santafesino, como se comprometieron en enero pasado funcionarios de Santa Fe y de Santiago del Estero.

"Con la edad que tengo nunca vi una máquina de Vialidad. Tenemos caminos porque los hacemos los colonos. Los mantenemos pero más de eso no podemos porque no contamos con máquinas de obras grandes. El agua viene de Santiago del Estero porque es su curso. Pasa por acá sí o sí. Pero está ganando altura acá porque va muy lento hacia el centro de Santa Fe. Hace más de una semana que llovió por última vez y sin embargo el agua sigue subiendo", dijo Naldini en diálogo con LA NACION.

La productora agropecuaria aseguró que "las cosechas de este año, en esta región, están perdidas. Con eso ya no contamos. Nos encontramos con los campos y caminos anegados por una gran masa de agua, con altura que corre lento. Estamos desesperados. Nadie nos escucha".

Naldini comentó que hoy (por ayer) "volvió a llover" en la región y que el agua inundó el paraje Cuatro Bocas, sobre territorio santiagueño, muy próximo al santafesino.

Problemas con la ganadería

Según los productores, "el estado de la producción ganadera también es preocupante" porque "los animales hace mucho tiempo que están en el agua y son pocas las alturas que están quedando. La gente que puede sacar el ganado, lo vende. Estamos entrando en un invierno que va a ser muy complejo porque los animales que queden en los campos no van a tener pastos para comer", indicó López.

Por su parte, Daniel Chersich, coordinador de Defensa Civil del departamento 9 de Julio, sostuvo en declaraciones radiales que "no hay lugar en el mundo que pueda tolerar la inmensa masa de agua que se está presentando. Hay lugares en los que llovió 1800 milímetros en menos de 60 días", precisó.

"El escurrimiento del agua de las inundaciones va a llevar muchísimos meses, no menos de 6 o 7, y para ese entonces ya vamos a estar de nuevo con las lluvias de octubre. Eso es lo que temo y lo que más me preocupa", remarcó.