Uruguay fue el primer país de la región en establecer mediciones de eficiencia de conversión y en ese marco, medir líneas genéticas de animales que producen más carne, pero que a la vez contaminen menos el medio ambiente. Esas líneas genéticas emiten menos gas metano, uno de los responsables de agrandar la capa de ozono y causar el efecto invernadero.

Las cabañas y productores podrán seleccionar esos animales que económicamente son más rentables, pero también favorecen a las certificaciones a nivel país, apuntando a valorizar la carne exportada.

Así quedó claro en el marco de la presentación del proyecto: “Plataforma genómica y fenómica en Hereford: eficiencia de conversión y emisiones de metano”, a cargo de Gabriel Ciappesoni, director del Programa Carne y Lana del INIA y la investigadora Elly Navajas. El proyecto, presentado en el marco de la Expo Melilla 2019, se hace en conjunto con la Sociedad Criadores de Hereford. Esta línea de investigación será a cinco años y se espera tener identificadas a finales del mismo, algunas líneas de padres que son eficientes y que emiten más o menos metano.

Genómica. El mundo transita por la era de la genómica, donde se revolucionó el mejoramiento genético.

“En caso de vacunos de carne, la raza Hereford incluyó la información genómica dentro del sistema de evaluación genética desde 2016 y empezó a trabajar sobre una característica no convencional, como lo es la eficiencia de conversión y también están las estimaciones de mérito genético para eficiencia de conversión con genómica incluida en esa estimación”, explicó a El País la investigadora Elly Navajas.

Ahora se apunta a maximizar el beneficio de la inversión en genómica (tiene por objetivo la caracterización colectiva y cuantificación de los genes), buscando modernizar y expandir todo lo que son los sistemas de registro de características. “Se empezará a trabajar con características no tradicionales, algunas que no son directamente medibles en los sistemas de los establecimientos”, adelantó Navajas.

La investigadora afirmó que la genómica le otorga un poder muy importante a la mejora genética, pero si además “se potencia con información de registros productivos de características importantes, se logra una combinación que potencia el aporte del mejoramiento genético puede hacer, tanto en lo económico, como en lo ambiental. Un ejemplo claro son las emisiones de metano”.
De esa manera se puede apoyar la economía del sistema de producción, de la cadena de producción de carne y el posicionamiento de Uruguay, país que trabaja amigablemente con el ambiente.
Navajas reconoció que en lo referente a eficiencia de conversión, una característica de mucho peso económico y asociada a menores emisiones de metano, “Uruguay fue el primer país en la región en establecer estas mediciones. Unos años después, Hereford en el sur de Brasil lo está haciendo y el CREA Cabañas, en Argentina, lo implementó desde 2018”.

Mundo. A nivel mundial todavía son pocos los países que están trabajando en esas mediciones, contó Navajas. En ganado de carne, en la misma línea de Uruguay está Australia, Estados Unidos y algunos países de la Unión Europea. En ganado lechero son los mismos países más Nueva Zelanda.

La investigadora de INIA destacó que eso “nos da una ventaja muy importante. Una porque es entrar a transitar un camino en el cual se está haciendo punta y con la ventaja de que existen las conexiones y los contactos internacionales. Existen alianzas de trabaja en las cuales se puede interactuar de dos maneras”. Por un lado, están las discusiones técnicas que permiten sacar mejor provecho de la información y la otra ventaja es la capacidad de juntar bases de datos que permitan potencializar la información, en el marco de una relación ganar-ganar.

A su vez, el director de la Unidad de Carne y Lana de INIA, Gabriel Ciappesoni, explicó que el proyecto: Plataforma genómica y fenómica en Hereford: eficiencia de conversión y emisiones de metano, tiene por cometido continuar “con un trabajo que ya se viene haciendo con la Sociedad Criadores de Hereford, respecto a las mediciones de eficiencia”.

Esas mediciones se hacen en la Central de Pruebas de Kiyú. “La meta es continuar con esa idea y agregarle la medición de otras características importantes, como las vinculadas a las emisiones de metano, poder tener registros individuales de esos animales y apuntar a ver líneas de animales que emiten más o menos metano”, confirmó el jerarca de INIA.

Javier Aznárez Elorza: Los datos clave para el criador

El presidente de la Sociedad Criadores de Hereford del Uruguay, Javier Aznárez Elorza, dijo que este convenio “es un hito más en el camino que la raza comenzó a transitar hace muchos años con el INIA para la generación de conocimiento y el desarrollo de herramientas que sean útiles para mejorar la toma de decisiones de los productores y que redunden en un mayor beneficio económico a la hora de usarlas”.

Aznárez dijo que esta línea de trabajo le permitirá a los productores “ser más eficientes en la recolección de datos, reproductivos o sanitarios a través del uso de la genómica. Son datos de difícil medición. Eso permite tener más capacidad de recabar información y desarrollar nuevas herramientas de impacto para el productor”.

Explicó que lo que se trata de desarrollar “es que el productor al usar estas herramientas como EPDs potenciados con genómica, tenga mayor precisión, mas certeza y mayores resultados económicos”.

Puntualmente, con el rodeo Hereford de INIA “Las Brujas”, se entrará en una línea de investigación de aspectos reproductivos, que “son muy importante para los criadores”, explicó Aznárez.