El diputado colorado Carlos Núñez Salinas solicitó la postergación “para ajustar los articulados junto con las diferentes bancadas y comisiones a fin de consensuar un proyecto realizable para nuestro país”. No hubo oposición y se aprobó y es la segunda vez que se aplaza; la primera fue el 12 de marzo.

Todos los sectores empresariales del país cuestionan el proyecto. Argumentan la violación de preceptos constitucionales como la libre competencia, porque excluye a las aceiteras de la producción y establece un cupo. Además, aseguran que busca beneficiar solo a las empresas argentinas que tienen abundante producción porque se les cerró el mercado europeo al que anteriormente proveían, pero que ya no porque fueron descubiertos practicando dumping.

Los importadores de vehículos y los empresarios del sector del combustible de nuestro país aseguran que dañará los automotores. Ni siquiera en Argentina establecieron una mezcla abrupta del 15%. Lo hicieron de manera gradual desde 2010. Primero fue del 5%, luego 7% y desde 2013, un 10%.