Esta semana cierto sustento vino de la mano del clima, ya que se aproxima la ventana de siembra de la gruesa en Estados Unidos y el exceso de humedad y las bajas temperaturas podrían ser un freno para el maíz. No olvidemos que por el conflicto comercial se espera que el farmer se incline al cereal, ante el riesgo de que no se llegue a ningún acuerdo y no se puedan bajar los abultados stocks de soja. Y esto a pesar de que la relación de precios entre ambos cultivos favorece la siembra de esta última.

Los pronósticos trimestrales que se actualizaron esta semana muestran que hay altas probabilidades de lluvias por encima de lo normal y temperaturas menores entre marzo y mayo.

La semana que viene tendremos el informe oficial de intenciones de siembras, que nos dará más certeza, pero entre todos los factores será el clima el principal determinante de las decisiones. Recordemos que los productores norteamericanos tienen una gran resiliencia y en un corto plazo pueden sembrar todo el maíz que tenían planeado.

Otro aspecto a tener en cuenta en adelante es la enorme posición neta vendida que tienen los fondos en maíz, en niveles récord, y que pueden cambiar el rumbo de los precios si comienzan a desarmarla.

Mientras tanto, la recolección avanza en nuestro país, con una cosecha que ya cubre el 8,5% de la superficie total de maíz pero que está muy avanzada en la zona núcleo y con rindes que en algunos casos llegaron a picos de hasta 150 qq/hec. Los 47 millones de toneladas parecen bajos frente a estos datos pero esta estimación incluye los maíces tardíos, que suelen tener menos productividad.

Con un bajo porcentaje de ventas que se anticipó a la cosecha y un esquema de precios que invita a priorizar la venta de maíz, es alta la probabilidad de que cuando se generalice la recolección y la descarga, los precios sientan esa presión.

Frente a este escenario se recomienda estar atentos a las oportunidades que brinda el mercado, aprovechando que por el momento la exportación se mantiene activa comprando el cereal con descarga.

Junto a la venta de mercadería sugerimos la compra de opciones CALL en el mercado de Chicago para seguir estando comprados sin físico y aprovechar potenciales subas. Sin embargo, las decisiones deben ser rápidas ya que debido a los problemas climáticos en Estados Unidos, la volatilidad ha ido creciendo en los últimos días.

Los precios de la soja nos invitan a diferir la venta, con tasas implícitas a noviembre que superan el 15% anual en dólares. Sin embargo, para aquellos que necesiten vender en cosecha, la compra de opciones permite apostar a futuras subas.

Un párrafo aparte para el trigo, que en los últimos días se encontró con noticias negativas asociadas a la posibilidad de que Brasil compre el cereal a países que no están dentro del Mercosur sin el arancel externo. Esto agrega competidores para nuestro mercado de exportación.

La suerte de los valores hacia mitad de año estará definida por la posibilidad que tenga nuestro país de cumplir con la proyección de exportar cerca de 13 millones de toneladas: primero lo que le falta comprar a Brasil y luego, al resto del mundo. Por ello, será crucial seguir de cerca lo que ocurra en los principales países productores para mantenernos competitivos. Sólo así podremos alcanzar el objetivo de exportación y reducir el stock final de esta campaña de manera de darle sustento a nuestros precios.

Por Daniela Reale – Analista de Mercados en BLD S.A
Fuente: Centro de Gestión Agropecuaria