La historia en Argentina inicia en Granadero Baigorria, provincia de Santa Fe en el año 1969, cuando Massey Ferguson comienza a producir tractores tanto para el mercado local como como para ser exportados a toda Sudamérica durante décadas. Desde mediados de los 80 se comercializan las cosechadoras MF 3690 y MF 5650 con un éxito tal que aún hoy pueden verse esos modelos cosechando en el campo argentino. En los 70, 80 y hasta fines de los 90 se produjeron líneas de tractores nacionales que pusieron a la marca en el liderazgo del mercado nacional gracias a su robustez, confiabilidad y sencillez.

Luego de una etapa de comercialización de tractores de origen brasileño y francés de alta tecnología, en el año 2013 se inaugura una nueva fábrica de tractores en Gral. Rodríguez, provincia de Bs. As., dando inicio a la producción de tractores de la Serie MF 7000, con transmisión automática Dyna-6, y al año siguiente ampliándola con una línea de motores argentinos. También produce localmente los tractores de la reconocida Serie MF 4200.

Reforzando su compromiso con el país y contribuyendo a mejorar la productividad y la sustentabilidad del complejo agroindustrial, la marca implementa la producción local de la nueva Serie global MF 6700, que va de los 115 a 135 hp. Probada y reconocida en Europa, luego en Brasil, ahora se comienza a producir en Argentina.

Hasta el día de hoy Massey Ferguson ha trabajado a la par del productor agrícola brindando soluciones para las tareas que realiza en el campo, con el objetivo de producir más y de manera más eficiente, con equipos agrícolas confiables, duraderos y seguros. Lo demuestran más de cinco millones de tractores y 350.000 cosechadoras fabricadas para los diferentes productores agrícolas de todo el mundo a lo largo de estos primeros 170 años de historia mundial de la marca.

“Nuestro mayor orgullo es haber estado al servicio de los grandes, de los medianos y de los pequeños productores, al servicio de gente trabajadora y esforzada que se lanzó con energía y pasión para construir una gran Argentina”, menciona Lucas Costa, Gerente de Marketing de AGCO Argentina.

Visiblemente 50 años de trabajo junto al productor argentino, una red de Concesionarios madura y el conocimiento de cada economía regional engrandecen el legado de Massey Ferguson, colmado de hitos y éxitos que demuestran el compromiso de la marca con la innovación y el desarrollo de tecnología útil para llevar a cabo su trabajo cotidiano.

Un poco de historia

Los orígenes de Massey Ferguson se remontan al año 1847, en Ontario, Canadá, donde el granjero norteamericano Daniel Massey iniciaba la fabricación de implementos agrícolas. Dueño de gran inventiva, llegó a proponer soluciones que arrebataron muchos premios, inclusive en Europa. Fue así como la fama de su taller creció. Con el tiempo el negocio pasó a manos de su hijo Hart, que más tarde se lo transfirió a los hermanos.

Mientras los inventos de los Massey conquistaban más y más productores, un competidor determinado disputaba espacio en el promisorio mercado de equipamientos agrícolas. Era Alanson Harris, habitante de la ciudad de Brandfort, que ya poseía una pequeña fundición. Tras casi tres décadas de competición férrea, las dos familias descubrieron que sería más productivo aunar sus esfuerzos para desarrollar nuevos productos y tener más poder de actuación. La unión se formalizó en 1891 con la creación de la empresa Massey Harris.

Al poco tiempo, la nueva compañía expandió sus negocios. Primero, ingresó a la reventa de tractores, pero, en 1928, pasó a producirlos. Décadas después, la compañía dio un gran salto al aproximarse del irlandés Harry Ferguson, famoso por haber revolucionado el sistema hidráulico de los tractores con el proceso de enganche de tres puntos para usar implementos. Gracias a esa novedad, bautizada como Sistema Ferguson, los tractores sumaron el peso de los implementos a la fuerza de arrastre para aumentar la tracción.

No obstante la alianza entre Massey Harris y Harry Ferguson se concretizaría recién en 1953. Antes, Ferguson aumentó su fama con el acuerdo realizado en 1938 con Henry Ford, el pionero de la industria automovilística. Entre 1939 y 1947 produjeron los tractores de la marca Ford-Ferguson. Disuelta la alianza, a fines de los años 1940, Ferguson decidió fabricar él solo un modelo popular que llamó Fergie y se transformó en el precursor del MF 35, primer tractor de la futura Massey Ferguson.