El precio de la hacienda en el Mercado de Liniers acumula una suba cercana al 25% en lo que va del año y podría trasladarse a los valores que pagan los consumidores por la carne vacuna, según distintas fuentes consultadas.

De acuerdo con especialistas del sector, los incrementos de la hacienda se debieron a una menor oferta, consecuencia de la baja rentabilidad de los feedlots desde el cierre de 2018, las recientes inundaciones que alteraron la disponibilidad de lotes terminados para faena, la presión por las crecientes exportaciones y la recomposición de la demanda doméstica de carne a partir del retorno a la ciudad de los consumidores tras las vacaciones.

Según precisó el consultor ganadero de Agroideas Fernando Gil, la hacienda para consumo en el Mercado de Liniers tuvo un incremento del 14,5% en enero y aproximadamente un 10% en los primeros días de febrero. Vinculó el incremento con una baja de la oferta y la recuperación del precio, que había quedado muy retrasado con respecto a la suba de los insumos y la inflación. "Esto generó un aumento considerable que, en parte, ya se está trasladando a la góndola. Aunque los precios están en pleno proceso de suba, creemos que se van a estabilizar", dijo.

Juan Eiras, presidente de la Cámara Argentina de Feedlot (CAF), explicó que el aumento no fue otra cosa que "los malos resultados" de los últimos seis meses del segundo semestre del año pasado para los engordadores, especialmente para los feedloteros de consumo liviano.

"La inflación y el tipo de cambio llevaron los costos de alimentación a valores insostenibles, lo que generó un ciclo y medio de engorde a pérdida. Esto retrajo la oferta en un escenario distinto a otros veranos donde la menor cantidad de turistas en el exterior y algunas otras combinaciones mantuvieron sostenido el consumo interno y la exportación, que sigue traccionando. En la cadena mayorista hubo un aumento de alrededor del 16 al 17%. El universo de carniceros es muy grande y hay un 60% sin registrar. Sería imprudente de mi parte decir cuánto se va a trasladar, pero al haber aumento del abastecedor (el proveedor de carne) tarde o temprano el mostrador lo siente", indicó.

Alberto Williams, vicepresidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías de Capital Federal, señaló que el precio de la carne es "insostenible" para el consumidor por la pérdida del poder adquisitivo. "La merma en el consumo de carne ya se siente y se va a sentir cada vez más. La gente va a buscar cortes especiales y más baratos", afirmó.

Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra), explicó sobre los incrementos: "Esta suba se produjo por las intensas lluvias en la pampa húmeda, donde como promedio llovieron unos 300 milímetros. Este fenómeno climático hizo que el ingreso de hacienda a los frigoríficos se viera reducido alrededor del 10%. En momentos de cambios de quincena el supermercadismo sale a pagar locuras y el resto de los compradores no tiene más remedio que acompañar tibiamente y adquirir lo que queda, lo que el supermercado deja".

Y destacó: "Vamos a ver si el público convalida o no estos aumentos; hasta tanto no haya paritarias me da la sensación de que no lo va a hacer. Si no lo convalida es posible que caiga el consumo de carne o que los precios se retrotraigan".

Las casas consignatarias

En este contexto, Alfonso Monasterio, de la firma Monasterio Tattersall y directivo del Mercado de Liniers, en diálogo con LA NACION remarcó que esa plaza continuará con precios firmes. "Esto sucede normalmente cuando hay subas: el precio despega fuerte, busca el techo y después se equilibra", afirmó.

Además, agregó: "Hace dos años que tendríamos que estar en estos números: la hacienda que reemplaza a todo ese faltante hoy no está y la exportación sigue demandando. Con estos valores se comienza a reactivar lentamente el engorde a feedlot, pero volver a recuperar el stock de establecimientos lleva su tiempo", explicó.

Por su parte, Fernando Sáenz Valiente, de la firma consignataria Sáenz Valiente, Bullrich y Cía. SA, opinó que, generalmente, el precio de la hacienda aumenta en el mes de febrero y parte de marzo por el fin de las vacaciones que marcan un aumento en el consumo.

"Desde hace muchos años hay un repunte en esta época del año. Además, se sumó la suba del cereal en 2018 y la poca rentabilidad de los feedlots. Se achicó el número de cabezas engordando. Hoy falta hacienda especial, hay algunos lotes pero no como en otros momentos. Hoy la suba parece exagerada, pero normalmente se estabiliza. El productor necesita una rentabilidad, pero vamos a ver cómo responde el consumo a esta suba porque el poder adquisitivo de la gente es muy bajo".