Desde el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) se exhorta a los productores a focalizarse al extremo en la sanidad de sus majadas, especialmente en los establecimientos de Artigas, Salto y Paysandú, donde llovió más de 600 milímetros, castigando al ovino que vive mejor con clima seco.

El jefe del Departamento de Trasnferencia de Tecnología del SUL, Dr. Adolfo Casaretto, advirtió que existe un alto riesgo de lombricosis en las categorías de recría y pidió a los productores “estar muy atentos con las drogas efectivas, porque la prevalencia de la lombriz del cuajo es muy alta”.

El clima está ayudando mucho al desarrollo de parásitos gastrointestinales y hay que cuidar a rajatabla las drogas que todavía son efectivas para evitar problemas de resistencia.

Las bicheras están siendo otro dilema grave en el ovino, al igual que el Pietin y otras enfermedades podales, las que muchas veces terminan en bicheras. “No sólo se ven bicheras —causadas por la mosca del gusano barrenador: Cochliomyia hominivorax— en las lesiones, también aparecen a nivel cutáneo, debido al exceso de humedad”, explicó Casaretto.

“Le estamos pidiendo a los productores una mayor vigilancia y mayor dedicación al rubro ovino, porque está difícil para la majada”, dijo el veterinario.

El otro gran problema es el exceso de pasto, favorecido por las lluvias y el calor. En los establecimientos ganaderos donde hay vacunos se debe preparar potreros con menor disponibilidad de pasto para poblarlos con ovinos.

No hay que descuidar sarna y piojo, por más que sean enfermedades de invierno y en esta época del año, cuando el clima ayuda, aunque no sea tan alta la cantidad de lana en los animales, hay que hacer los baños preventivos contra esos ectoparásitos. Esas acciones deben ser coordinadas con los vecinos para mayor efectividad.