La incorporación de megaenfardadoras en el mercado argentino abrió las puertas a un nicho de exportación de material forrajero.

Argentina ha llegado a exportar unas 25.000 toneladas de heno de alfalfa anuales en las últimas temporadas, entrando de manera incipiente en un negocio que está concentrado.

Martín Giletta, del Área de Economía del INTA Manfredi, indica que el mercado internacional de heno de alfalfa moviliza unos 8 millones de toneladas/año y muestra una alta concentración, tanto desde la perspectiva de la oferta como de la demanda.

Así, Estados Unidos (58%), Australia (15%), y España (9%), explican en conjunto más del 80% de las exportaciones globales, mientras que igual incidencia en las importaciones se concentran en Japón (32%), China (23%), Emiratos Árabes (15%) y Corea (14%).

Estas características confieren alto poder de negociación a la demanda, en tanto que para la oferta los volúmenes ofrecidos son gravitantes, tanto en precios como en accesos a mercados, siempre bajo parámetros mínimos de calidad exigibles.

Evolución

Hace 10 años, se instalaron en Argentina empresas exportadoras de heno de alfalfa, demostrando que existen zonas muy aptas para la producción de heno de alta calidad.

Iniciaron la comercialización de fibra proteica hacia el exterior y también dentro del país, porque los megafardos generados en la zona centro y noroeste se empezaron a destinar a regiones húmedas de Buenos Aires o de Santa Fe.

El megafardo tiene una densidad 40% superior respecto al material convencional y, de esa manera, el flete se hace más eficiente, ya que en un mismo contenedor se pueden transportar hasta 28 toneladas contra 20 toneladas de megafardos convencionales.

Aunque Argentina es un actor relativamente nuevo y todavía marginal en el mercado internacional de heno, registra un comportamiento muy dinámico, expandiendo las exportaciones en pocos años.

Fuente: MaquiNAC