Con la campaña de trigo terminando con una cosecha en torno de 19 millones de toneladas, un 7% más versus el ciclo anterior, productores denuncian que hay compradores que no están reconociendo el Grado 1 del cereal y no están pagando "el bono adicional" por la calidad.

"En esta campaña, los corredores directamente te dicen que te pagan grado dos, que no dan el plus", remarcó Rosario Campos, economista y encargada de la comercialización de una empresa familiar agropecuaria en General La Madrid.

Según la economista, no hay excusas para que acopios y exportadores no paguen el trigo grado uno. "Quiero que me paguen y me reconozcan la calidad que tiene mi trigo", dijo. Agregó que "la industria molinera paga bien y bonifica la proteína pero, a diferencia de los exportadores que pagan a los cinco días, recién lo hace al mes".

Detalló que no se está pagando el Grado 1 a pesar de que los trigos lo cumplan. Fuentes del sector agregaron que no pagan para ello los contratos nuevos, solo con ventas pactadas previamente con forwards.

Para Roberto Campi, de la Comisión de Agricultura y Semillas de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), desde hace tiempo no se están respetando los estándares. Opinó que hay abuso de posición dominante. "Si bien no se está faltando a ninguna regla, es confuso, las reglas las fija quien compra, no existe el comercio como lo conocimos", observó a LA NACION.

"Cuando se reclama a la Secretaría de Agroindustria, ellos dicen que son acuerdos", agregó el dirigente de CRA.

Para Campi, una buena solución para hacer valer el trigo es que los productores se lo guarden en bolsones y lo ofrezcan, con una muestra, en distintos molinos.

En este sentido, Carlos Vila Moret, vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), recordó que en el comercio de granos existen las reglas y usos que han sido consensuadas por las bolsas y cámaras arbitrales, donde están representadas todos los sectores.

"De la misma manera que se castiga el grado tres, debe premiarse el grado uno. Lo que no puede ocurrir de ningún modo es que se castigue el grado tres pero no se premie el grado uno", indicó.

Al respecto, recomendó al productor: "Tiene que exigir que en la comercialización se respeten las reglas y usos consensuadas entre todos y que se le pague el trigo grado uno cuando corresponda".

Campi hizo hincapié que también se modificaron los porcentajes de mermas en las descargas de camiones. "Antes con la merma volátil cuando se descargaba un camión había un descuento del 0,3 pero hoy muchos aplican el 0,5, sin razones", dijo.

Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), señaló que en el inicio de la campaña existieron operaciones de trigo grado uno, en noviembre y diciembre pasados.

"Pero cuando comenzó el volumen grande de la cosecha y se trabaja de manera continua en todos las terminales de puertos se hace muy complejo establecer la cuestión de los grados", dijo.

Subrayó que "cada una de las condiciones comerciales siempre se realizan entre el comprador y el vendedor, donde los vendedores tienen la posibilidad de hacer la solicitud puntual si quieren tener una consideración especial en materia de calidad".

Idigóras destacó que "la campaña viene bien, se ejecuta con normalidad y las previsiones de exportaciones son buenas".