El precio de la tonelada de carne ovina exportada por Uruguay cerró 2018 con una tonificación de 6,21% respecto a 2017, según los datos del Instituto Nacional de Carnes (INAC). El incremento está dado por mayor volumen exportado y no tanto por precios.

El año pasado se exportaron 15.026 toneladas peso canal a un precio promedio de US$ 4.582 mientras que en 2017 se embarcaron 14.107 toneladas peso canal a un promedio de US$ 4.314 por tonelada.

El principal mercado fue Brasil que compró 7.322 toneladas peso canal por US$ 40.009. El volumen importado por este tradicional destino de la carne ovina uruguaya creció 15,7% y la facturación subió 17,5%.

China cerró 2018 como el segundo mercado de mayor importancia para el producto, con un incremento del volumen importado de 21,2%. Se llevó 4.4.33 toneladas peso canal por US$ 15.456.000. El aumento en la facturación respecto a 2017 fue 42,7%.

Analistas estiman que la demanda de China por carne ovina se mantendrá firme a lo largo de 2019, pero habrá una mayor competencia de la carne ovina australiana en Estados Unidos, un destino donde Uruguay puede entrar con cortes con hueso provenientes del compartimento ovino de alta bioseguridad, la herramienta para derribar con ciencia las barreras impuestas por algunos destinos.

La Unión Europea, donde van los cortes de mayor valor, como lo son lomos y perniles sin hueso, demandó 928 toneladas peso canal por US$ 4.356.000 y quedó en tercer lugar entre los mercados más relevantes. Le siguió Omán con 513 toneladas peso canal por US$ 1.722.000. El año pasado también había comprado: fueron 174 toneladas peso canal por US$ 565.000. Le siguió Kuwait con 257 toneladas por US$ 973.000. Se faenaron 967.523 cabezas ovinas a lo largo del año pasado , con predominancia de corderos (61%), seguido de 21% de ovejas y 12% de capones. Las ovejas industrializadas fueron 207.237 cabezas, seguidos de 593.270 corderos, 46.872 borregos y 114.307 capones. A eso hay que sumarle 5.837 carneros. El ovino continúa siendo un buen negocio y los productores continúan invirtiendo en tecnología, alimentación y genética, buscando aprovechar las oportunidades que ofrecen los mercados y así poder crecer.