Los productos animales in vitro, a veces denominados "carne sintética" o "carne limpia", se hacen a partir de células madre extraídas mediante una biopsia de ganado vivo, que luego se cultivan en un laboratorio durante varias semanas.

La carne cultivada en el laboratorio o "carne sintética" pronto estará disponible en el mercado estadounidense. El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, en sus siglas en inglés) y la Administración de Alimentos y Medicamentos del mismo país (FDA, en sus siglas en inglés), anunciaron que supervisarán su producción para autorizar ventas de manera segura a los consumidores. En un comunicado entre ambas agencias se notificó que estarían trabajando juntas para "incentivar estos productos alimenticios innovadores en su concepto y, al mismo tiempo, dar garantía de los más rigurosos estándares de salud pública".

El FDA se ocupará de la regulatoria respecto recolección, el almacenamiento y el crecimiento de las células implicadas en el proceso de fabricación de carne sintética, mientras que el USDA trabajaría en la producción y etiquetado de productos alimenticios. Este marco regulatorio aprovechará tanto la experiencia de la FDA que controla la tecnología de cultivo de células como la experiencia del USDA en la regulación de ganado para consumo humano.

La carne sintética estará bajo la misma regulatoria que la carne "convencional", con su etiquetado correspondiente. Es probable que esta noticia sea el catalizador para desarrollos en marcha, y nuevas y mayores inversiones en el negocio de la carne sintética.

La carne cultivada en laboratorio está sorteando los obstáculos previstos y es probable que llegue a los supermercados rápidamente, con enormes inversiones y mucha más información que se genera alrededor del mundo cada día.

Llamativamente, una encuesta realizada a ciudadanos estadounidenses arroja que un 66% de ellos tenían apertura mental hacia la carne sintética cuando se les informó al respecto, por otro lado, solo el 25% de los encuestados habían escuchado hablar de carne sintética.

Claro está, se requiere más información hacia el público general y son los actores del mercado quienes deben trabajar en ello, a través de sus propias estructuras, institutos, fundaciones y ONG comprometidas con la seguridad alimentaria mundial.

Un precedente

La falta de reticencia del mercado no es demasiado sorprendente para los norteamericanos dado su gran consumo y avance en góndolas de los alimentos procesados, otro tipo de "alimento procesado" no resultaría demasiado aterrador. Como muchas tecnologías y esquemas regulatorios, puede sentar el precedente para que otros países prendan radares y comiencen a trabajar al respecto. Sin dudas, las características del consumidor latinoamericano son sustancialmente diferentes, la suerte de la carne sintética en América Latina está aun por echarse, ¿será la optimista situación del coloso norteamericano respecto a la carne sintética un indicio positivo también para este incipiente negocio en el plano regional?