En 2018, año donde la exportación de carne alcanzó niveles que hacía más de una década la Argentina no lograba, la faena de hembras se aceleró durante los últimos meses. En noviembre pasado, se registró un pico del 47,1% sobre la faena total.

En tanto, en el Mercado de Liniers las hembras con destino a faena fueron 735.580 (57,84%) de un total de 1.271.712 animales comercializados, un incremento de un 4% con respecto al año anterior.

A su vez, según pudo saber LA NACION, aunque no se conocen cifras precisas la industria advirtió un incremento de la faena de vacas preñadas. "Cuando se mira el total de vacas faenadas entre agosto y noviembre con respecto al mismo período del 2017, el aumento de un 24% (155.000 hembras más) te lleva a extrapolar la faena de vacas preñadas", dijo Víctor Tonelli, consultor.

Miguel Schiariti, presidente la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes de la República Argentina (Ciccra), analizó por qué en el último trimestre del año la faena global de hembras alcanzó un 47% del total comercializado.

"Los factores están a la vista. Por un lado, la devaluación en donde hoy el engorde a corral no es negocio porque el maíz cuesta entre 60 y 70 pesos el kilo y el animal terminado solo se vende a 50 pesos. Por otro lado, hoy el productor al encontrarse con tasas de financiación de hasta el 80% vende sus vacas para hacerse de efectivo", remarcó

Además, agregó: "A eso se suma que las vacas y las vaquillonas de reposición valen menos que para consumo, por lo que se las terminan vendiendo a la industria".

Según Juan Eiras, presidente de la Cámara Argentina de Feedlot, en general hay un fenómeno "leve" que responde a un comportamiento histórico, donde los últimos tres meses de cada año siempre existe algo más de faena de hembras. "El criador la guarda (a la hembra) como reserva y a fin de año la larga porque, en general, como invernada o gordo tiene algo más de precio", dijo.

Eiras sostuvo que el número de más de un 47% de participación es elevado. "Esto básicamente tiene que ver con las altas tasas: no hay manera de no vender porque tomar deuda es imposible. Lo último que vende es la hembra (que a todo productor le gustaría guardarla) pero con el cierre del ejercicio, y sin vender aún su zafra de terneros, apela a la hembra", explicó.

El consultor Tonelli coincidió en que la elevada comercialización de hembras tiene una causa financiera. Y opinó: "Hoy ir a los bancos para los productores es un suicidio".

Según estimaciones de Schiariti, si se mantiene la tendencia en este primer trimestre del año la situación con respecto a los stocks de los rodeos ganaderos será muy difícil y "se retrocederá todo lo alcanzado los años anteriores".