Segunda década sobrada

Las dudas que planteaba el desarrollo de la primera parte de diciembre, quedaron en el olvido con el paso de la segunda decena de días del mes. El saldo de precipitaciones fue muy holgado en la Mesopotamia, excepto Misiones que quedó totalmente relegada de la sobreabudancia de lluvias que se ha visto hacia el sur e incluso en buena parte de Chaco y el este santiagueño.

Las precipitaciones de esta última semana y de los últimos diez días en genera se dan dentro de un contexto de gran escala dominado por una fuerte recirculación de masas de aire tropical. Nuevamente el centro este santafesino y las provincias de Corrientes y ER, se convirtieron en el epicentro del mayor volumen de agua, además de la continuidad de eventos. Esto se ha trasladado a territorio uruguayo, con acumulados muy similares a los del este entrerriano, superando holgadamente la barrera de los doscientos milímetros.

Para algunos cultivos los efectos positivos son evidentes. Las zonas de diques para inundación de los arrozales se han visto oportunamente recargados en el sur de Corrientes y norte de ER, el maíz también festeja las abundantes lluvias, principalmente los lotes que están en floración. Sin embargo no son todas buenas. Las siembras de soja de segunda pueden perderse en zonas del centro de SF debido al exceso de precipitaciones, recordemos que en esta provincia ya se debieron hacer resiembras de soja de primera cuando se concretaron las voluminosas precipitaciones de la primera quincena de noviembre.

Si nos focalizamos sobre el maíz, las noticias que predominan son buenas, por sectores la holgura de reservas permite anticipar una campaña con rendimientos superadores de las marcas normales, pero en todo caso, hay que aclarar que la situación no es pareja en todas la zonas maiceras.

En el mapa podemos ver situaciones muy favorables para el cultivo en ER, centro de SF y norte de BA. Una planta con buen desarrollo no es perjudicada por los excesos pluviales recientes como un lote sembrado luego de cosechar trigo. Estamos descartando la posibilidad de que haya habido granizo u otra consecuencia perjudicial relacionada con eventos de tiempo severo.

Dado que el gradiente de precipitaciones hacia el sur de SF y la provincia de CB ha sido importante, el balance hídrico responde con niveles de reserva más ajustados, aunque igualmente adecuados para el desarrollo del cultivo. Por el tipo de suelo, los maíces entrerrianos son los más agradecidos con este volumen de agua, más allá que en algunas zonas se observen temporarios excesos hídricos.

Por el vasto despliegue de estas precipitaciones, posiblemente el efecto Niño comienza a ganar influencia sobre áreas del sudeste de Sudamérica. El impacto es reconocible en zonas que estadísticamente tienen respuesta a la presencia de este indicador, sin embargo aún no se presenta en forma generalizada. Nuestra provincia de Misiones, Formosa, el norte de Chaco y la mayor parte de Paraguay, por ejemplo, vienen transitando un diciembre seco.

Dado que el calentamiento está instalado y con pronóstico firme de continuidad hasta el inicio del otoño, podemos seguir proyectando un comportamiento pluvial favorable a gran escala para toda la campaña. Atendiendo esto, también debemos hacer una correcta lectura de la situación. La presencia de El Niño por sí solo no garantiza la sobreabundancia de precipitaciones, pero como piso podemos pensar que es muy improbable que tengamos una sequía de gran escala. Eventualmente la coyuntura dinámica de escala regional puede imponer zonas más secas, como la mencionada anteriormente o incluso zonas del oeste de CB o el sur bonaerense. Es difícil, sin embargo, que incluso en estas áreas los pulsos secos se vuelvan sequía.