China volvió ayer a comprar soja en los Estados Unidos, en la segunda semana de la tregua acordada en Buenos Aires por los presidentes Xi Jinping y Donald Trump. Dentro de una guerra comercial que excede al sector agropecuario, el mercado asumió la noticia como un primer paso hacia la esperada normalización de las relaciones entre el principal comprador global de la oleaginosa y el mayor productor.

"Los negocios reportados hoy [por ayer] sumaron 1,8 millones de toneladas de soja", confirmó a LA NACION desde Chicago Charlie Sernatinger, jefe global de Futuros de Granos de ED&F Man Capital Markets Inc. El especialista agregó que hacia el cierre del día se habrían hecho más operaciones y que la expectativa del mercado es que hacia el fin de semana los negocios "sumen cinco millones de toneladas".

Las operaciones de compra, que recién hoy comenzarán a ser confirmadas de manera oficial por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), fueron concretadas por las firmas chinas Sinograin y Cofco, que, por ser estatales, están exentas del perjuicio que implica el arancel del 25% que el gobierno de China le impuso el 6 de julio pasado a la soja estadounidense.

"Esta es una compra de buena fe, diseñada para mostrar que China toma en serio la necesidad de llegar a un acuerdo comercial", dijo Sernatinger. Y opinó que solo si se firma un acuerdo entre los países que ponga fin a la guerra comercial "China levantará el arancel a la soja estadounidense". Recién entonces, las firmas privadas que muelen soja en territorio chino podrán volver a comprar en Estados Unidos.

Anteayer, en una entrevista con la agencia Reuters, Trump aseguró que China estaba comprando una "cantidad tremenda de soja estadounidense". Quizá por la dimensión de las palabras del mandatario, los negocios reportados ayer tuvieron un bajo impacto en los precios de la oleaginosa en la Bolsa de Chicago, donde la suba fue de solo el 0,54 por ciento. En efecto, las posiciones enero y marzo de la oleaginosa sumaron US$1,83 y terminaron la rueda con ajustes de 338,04 y de 342,91 dólares por tonelada.

"Con su reacción, el mercado pareció expresar que 1,8 millones están muy lejos de los 7 millones de toneladas que se rumoreaban dos semanas atrás", dijo Sernatinger, en referencia a los rumores que inundaron los despachos de los operadores en el día después de la tregua acordada por los presidentes de Estados Unidos y de China en Buenos Aires. "Creo que, si se logra arribar a un acuerdo, las compras chinas en EE.UU. rondarán los 10 millones de toneladas", especuló el ejecutivo.

Ayer, Reuters indicó que los negocios se hicieron por soja 2018/2019 y que los despachos comenzarán el mes próximo. Con datos oficiales hasta el 23 del mes pasado, las compras chinas de soja estadounidense de la actual campaña sumaron en 2018 solo 584.990 toneladas, muy por debajo de las 19.364.260 toneladas adquiridas en igual segmento de 2017. En todo el ciclo comercial 2017/2018, Estados Unidos colocó 27 millones de toneladas de la oleaginosa en China, por un valor próximo a los US$14.000 millones.

Hoy, el atraso en las exportaciones de soja estadounidense, que en parte fue morigerado por las mayores ventas a la Unión Europea y a México, y por el retorno de la Argentina, que volvió a comprar grano de EE.UU. (suman poco más de 1,6 mill./t) después de 20 años, es el principal factor de presión bajista sobre los precios de la soja, dado que será la razón por la que Estados Unidos terminará la campaña con un stock récord, previsto por el USDA en 26 millones de toneladas, un 118,12% por encima de los 11,92 millones remanentes del ciclo 2017/2018.

Solo compras abundantes de China podrían modificar el cuadro de sobreoferta de soja en EE.UU. El mercado lo sabe y por eso opta por la cautela. Necesita ver más para creer en el fin de la guerra comercial.