A pesar del esfuerzo de las autoridades de mostrar que Bolivia cuenta seguridad alimentaria, los datos estadísticos muestran todo lo contrario. La producción de cereales y tubérculos descendió en contraposición a las oleaginosas, expuso el director Ejecutivo de Probioma, Miguel Crespo, quien abordó el tema, “La política de biocombustibles en el país: efectos y tendencias”, en el Foro Políticas de Globalización en América Latina y Bolivia, realizado en la sede de Gobierno y auspiciado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla).

CULTIVOS

De acuerdo a los datos estadísticos de Crespo, entre 1985-1986 la superficie cultivada de cereales alcanzaba a 45 por ciento, de tubérculos estaba en el orden del 17 por ciento y las oleaginosas 17 por ciento.

Sin embargo, entre 2005-2006, la situación cambió, y retrocedió el cultivo de cereales así como de tubérculos, 31 por ciento y 7 por ciento, respectivamente, mientras que las oleaginosas aumentaron a 49 por ciento.

Con el transcurso del tiempo, la situación empeoró para los tubérculos, ya que entre 2016-2017 (p) los datos muestran que bajó a 6 por ciento, mientras que los cereales subieron a 35 por ciento, pero las oleaginosas bajaron a 45 por ciento.

MÁS CIFRAS

En los periodos señalados la superficie agrícola se incrementó considerablemente, de 902.483 a 2.423.678 y 3.498.203 hectáreas, y la tendencia apunta a continuar en alza ante la nueva política del Gobierno con referencia al aditivo etanol.

El director de Probioma sostiene que hay ausencia de una política agrícola al respecto, debido a la disminución de la superficie cultivada de hortalizas, frutales, estimulantes y forrajes, los datos muestran que están lejos de los porcentajes del periodo 1985-1986.

En ese periodo la superficie de hortalizas era de 6 por ciento, mientras que los frutales estaban en 8 por ciento, los forrajes en 5 por ciento y los estimulantes 3 por ciento, pero ya en los años 2005-2006 las cifras bajaron.

En ese periodo las hortalizas bajaron a 4 por ciento, los frutales a 4 por ciento, el forraje a 3 por ciento y el forraje a 1 por ciento, pero ya en 2016-2017 las cifras casi no hay variaciones, ni tampoco incrementos significativos.

POLÍTICA INTEGRAL

Otra muestra de la falta de una política integral, apuntada por Crespo se mostró en los datos de la evolución de la superficie cultivada por departamento. Santa Cruz pasó de 30 por ciento, entre 1983-1984, a 71 por ciento entre 2016-2017 con datos preliminares.

Los departamentos de Tarija, Chuquisaca y Cochabamba registraron un porcentaje de superficie cultivada de 29 por ciento en el primer periodo, referido anteriormente y bajaron a 13 por ciento en el segundo.

Mientras Oruro, Potosí y La Paz tenían una participación de 35 porciento, pasaron a menos de la mitad, es decir, 16 por ciento, de acuerdo a los datos del director de la entidad privada