Al problema de potreros abandonados y falta de dinero de los pequeños productores para repoblarlos, según el diagnóstico del gobierno lopezobradorista, el sector ganadero del país sumó el castigo en el precio de la carne.

Tan sólo hace dos años, los productores vendían el kilo de carne de ganado en pie a 70 pesos, pero hoy el precio se ha desplomado hasta 45 o 50 pesos, una caída mayor al 30 por ciento, indicó en entrevista con Crónica Oswaldo Cházaro, presidente de la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG).

De manera paradójica, el precio al consumidor final, a las familias, ha pasado de 100 a 160 o 170 pesos, por lo cual, las ganancias de la cadena productiva se quedan en manos de intermediarios.

“El precio del ganado para engorda ha bajado, y no es porque haya disminuido el precio internacional, es porque domésticamente hay una distorsión del mercado. En 2016 aún vendíamos el kilo a 70, pero ahora se nos está comprando a 50 y hasta 45, y ese ajuste no está repercutiendo en el consumidor”.

Y alertó: “El golpe al precio es muy preocupante, ha sido una caída continua, si sigue así entonces vamos a tener problemas de rentabilidad, de descapitalización y desánimo”.

—¿Quién se está llevando ese dinero?, porque de 45 a 170 pesos hay mucha diferencia —se le preguntó.

—Después de nosotros los productores, que somos el primer eslabón, sigue la engorda, luego están los que procesan la carne y quienes la venden en carnicerías y supermercados, en estos eslabones se queda. Si el consumidor finalmente acepta y puede comprar un kilo de bistec en 170 pesos, hay que revisar cómo se está distribuyendo el valor agregado, estamos cayendo en una distorsión negativa que perjudica tanto a los productores como a los consumidores, y es un tema que también debe considerar el nuevo gobierno”.

—¿No hay algún otro factor que durante el proceso esté disparando el precio en perjuicio de las familias?

—Algunos pudieran hablar del precio de los granos para alimento, pero no ha habido modificaciones importantes, como tampoco en el precio internacional de la carne. Hay una distorsión en el mercado mexicano de la carne, se está aplicando a rajatabla la política neoliberal, en la que el mercado domina la oferta y la demanda. Este modelo sí nos ha afectado, por sus desequilibrios, abusos y perversiones en perjuicio de los extremos de la cadena: consumidor y productor primario…

De acuerdo con la CNOG, en México se encuentran registrados 900 mil productores de ganado, de los cuales el 80 por ciento, alrededor de 720 mil, son pequeños productores, quienes tienen entre 1 y 35 vientres.

A ellos se enfocarán las políticas en la administración de Andrés Manuel López Obrador.

—Dice AMLO que los pequeños productores requieren adquirir novillonas, vacas y sementales y necesitan créditos…

—Algunos productores con 1 o 2 vientres, tienen la capacidad para tener 10, y los que tienen 35 pueden tener 50; hay una demanda de vientres por razones económicas, por ello vemos bien los créditos a la palabra, pero deben ir acompañado de ciertos estímulos o incentivos que permitan que ese crédito sea más pagable, y también dé capacitación en técnicas más modernas, siempre en un sistema donde se conserve la salud animal, la inercia del mejoramiento genético y la administración de riesgos.

—¿Cuántos potreros están abandonados?

—Es la parte que se tiene que definir con la instrumentación de los nuevos programas, pero hablamos de miles en todo el país, despoblados o subutilizados, porque tienen capacidad para más, pero no se aprovechan.

—¿Es verdad, como dice López Obrador, que la mayor parte de lo que consumimos los mexicanos, se compra en el extranjero?

—No, en el caso de la carne de bovino somos autosuficientes, porque exportamos más de lo que importamos. El 90 por ciento de la carne que se consume es nacional y sólo el 10 por ciento de importación. Exportamos 240 mil toneladas e importamos alrededor de 150 mil.

—Otro de los puntos que ha mencionado el Presidente, es que los créditos contemplados para los pequeños productores, con el fin de repoblar sus potreros, podrán ser pagados con las propias crías en tres años…

—Pagar con las mismas crías partiendo de cero es difícil, el gobierno tiene que revisar bien ese esquema; en esa parte, los ganaderos del país podemos asesorar.

—¿Por qué no es factible?

—Porque la tasa de retorno en la ganadería de cría es muy lenta, el tiempo que se llevan los ganaderos en producir y tener retorno económico es demasiado largo, en esas condiciones no es posible, se necesitaría más tiempo, al menos cinco años.