Luego de un año complejo, la campaña de cosecha fina ingresa en un momento de definición. Con un incremento interanual del área cultivada, tanto de trigo como de cebada, el ciclo comenzó con condiciones hídricas satisfactorias y precios atractivos. Sin embargo, los cambios registrados por la macroeconomía argentina, junto con las adversidades climáticas ocurridas a lo largo del ciclo (extremos de lluvias, heladas tardías y granizo) generan inquietud respecto del resultado productivo y económico esperable por parte del productor y su impacto a nivel nacional.

Según un relevamiento de CREA, en promedio, los rendimientos de trigo estarían ligeramente por encima (3,7%) de lo planificado. Sin embargo, se advierte una elevada heterogeneidad entre zonas (ver figura 1). En el centro del país (regiones CREA Centro, Córdoba Norte y Sur de Santa Fe), los rindes se encuentran entre 11 y 14% por debajo de lo esperado, fundamentalmente por la combinación de adversidades climáticas (lluvias escasas, heladas tardías y, en casos puntuales, granizo). Se suma a estas zonas el NOA, con una caída importante de los rindes proyectados (52%). Por el contrario, en el Norte, Oeste y Sudoeste de Buenos Aires y en Entre Ríos, los rendimientos esperados se encuentran por encima de lo normal (4 a 33%). También se esperan resultados superiores respecto de lo planificado en el Norte de Santa Fe y en la región Chaco Santiagueño.

Estas proyecciones de los productores son consistentes con los resultados arrojados por ProRindes, una plataforma que permite pronosticar rendimientos utilizando modelos de simulación de cultivos. Dicha plataforma fue desarrollada en conjunto entre CREA, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la Universidad de Miami y la Facultad de Agronomía de la UBA; a partir de esta campaña su operación la realizarán de manera conjunta el SMN, CREA y la Secretaría de Agroindustria de la Nación. ProRindes indica (para el promedio de suelos y manejos agronómicos) una caída de rendimientos en localidades como Río Cuarto (-2%), Laboulaye (-11%) y Pilar (-37%). En cambio, evidencia rindes por encima de lo normal en Tandil (+5%), 9 de Julio (+8%), Junín (+10%), Gualeguaychú (+18%) y Coronel Suárez (+24%).

En relación al área ocupada por el trigo, la investigación muestra que en la presente campaña el cultivo ocupó, en promedio, un 13,8% de la superficie de los establecimientos CREA, superando ligeramente la intención de siembra relevada en julio de este año, como así también el valor registrado en noviembre de 2017 (para la campaña 2017/18), que en ambos casos fue del 13%. En base a este dato, la proyección de área de trigo, a nivel nacional, se encuentra ligeramente por encima de los 5,6 millones de hectáreas. Por su parte, la cebada ocupó el 4% de la superficie de los establecimientos CREA.

Dado que durante el relevamiento, realizado en el corriente mes de noviembre, tuvieron lugar algunas adversidades climáticas, es posible que haya impactos negativos no registrados, los cuales pueden disminuir ligeramente las expectativas de rendimiento en algunas zonas. Así, en función de las proyecciones de rendimiento y de área provenientes del relevamiento y de otras fuentes de información (Bolsas y Secretaría de Agroindustria), el Radar Agrícola -una herramienta diseñada por el Área de Economía del Movimiento CREA para monitorear los resultados productivo, económico y financiero esperados para todos los departamentos agrícolas de la Argentina- anticipa una producción total de trigo cercana a los 19 millones de toneladas para la campaña 2018/19, un 6,5% más que el año anterior. Con la mayor parte de la cosecha por delante, las condiciones climáticas en los próximos días determinarán el resultado final de los cultivos y su impacto en el resultado económico y financiero de las empresas.


Figura 1. Diferencias entre rendimiento esperado y planificado para trigo. Promedio para todas las respuestas de una zona.