MÉRIDA, Yucatán. “Si a esto le sumamos las tarifas eléctricas, estamos ante un panorama que no es nada halagador, estamos aguantando hasta donde sea posible, pero la cuesta de enero la vemos muy fuerte. No hay gas natural, a pesar de las inversiones de la industria para ser más eficientes, porque reduce el 40 por ciento de los costos y facilita los procesos. Al tener la incertidumbre de dónde van a cumplirse los contratos de abasto de gas con la industria, pues se encarece todo, porque habrá que sustituir el gas natural; la realidad es que no hay gas”, dijo Jorge Puerto Cabrera, presidente de la Asociación de Avicultores del Sureste.

Aseguró que de los costos de producción, la luz y el gas natural representan del 30 al 32 por ciento, por lo que la presión por los precios caros es muy alta y prevén que llegará un momento en que lo trasladen a los consumidores, aunque confían en que las autoridades próximas tomen cartas en el asunto.

Cuesta de enero muy fuerte
“Lo que vemos es una cuesta de enero muy fuerte, por el tema del gas natural, de las tarifas, pero también por el alza a las tasas de interés de los créditos, el tipo de cambio y que debemos pedir prestado para que el negocio camine, porque el panorama es difícil, no es alentador”, insistió.

POR ESTO! publicó en la edición del 17 de noviembre que la Península de Yucatán tiene una demanda potencial de 600 mil pies cúbicos diarios de gas natural (mmpcd), pero sólo le llegan 80, lo que evidencia el tamaño del problema de desabasto en la región desde hace años, de acuerdo con el Centro Nacional de Control del Gas Natural (Cenegas) e industriales.

Informamos que, si no llega suficiente gas natural a la Entidad, habría una crisis industrial de acuerdo con empresarios, pues el abasto da prioridad a la CFE.

Actualmente el suministro es de 80 mmpcd, de los cuales la CFE consume 70, pero la verdadera demanda es de 355 mmpcd y la CFE requiere 250 y el potencial es de 600, si se considera a la Cervecería, Leoni y otras industrias del corredor de Umán y Hunucmá.

“Cierren la llave”

En caso de que se cierre la llave, las industrias y la propia CFE deberán comprar combustóleo o gas licuado, lo cual elevará los costos de producción.

De acuerdo con datos de la industria maquiladora, el gas natural cuesta la mitad que el gas butano y mucho menos que el combustóleo, razón por la que las industrias prefieren ese combustible.

En abril del 2015 la industria en Yucatán padeció por primera vez de manera crítica el desabasto de gas natural y coincidió con la explosión en la plataforma de Pemex de la Sonda de Campeche.

Los industriales han denunciado, desde entonces, la falla del suministro, ya que “les cierran la llave” con frecuencia y el consumidor prioritario es la CFE.