Esta posibilidad está siendo presentada por los medios, especialmente en La Argentina, como una alternativa favorable frente a la sequía que se desarrolló en la temporada anterior.

No obstante, un escenario de “El Niño” dista mucho de ser una situación totalmente favorable.

Para demostrarlo, basta con recordar los problemas causados por “El Niño” en la temporada 2015/2016 y en la secuela que se desarrolló en la temporada 2016/2017, produciendo una fuerte presión de enfermedades, pérdida de calidad, atrasos en las labores, deterioro de caminos, etc, etc, etc.

Aunque la perspectiva de un posible episodio de “El Niño” es compartida por muchos de los principales centros climatológicos internacionales y por la casi totalidad de los organismos nacionales argentinos, es necesario hacer notar que, por el momento esta hipótesis no se encuentra firme.

Para que se desarrolle un episodio de “El Niño” se requiere que unos meses antes los vientos Alisios se debiliten a fin de que , a su vez, se debilite la corriente marina fría de Humboldt, y pueda calentarse la costa americana del Océano Pacífico Ecuatorial.

De hecho, el Indice de Oscilación Sur (SOI) que mide la velocidad de los vientos Alisios, que son el factor formador de “El Niño” se encuentra osciladndo en el rango neutral lo cual, si bien aleja la posibilidad de una “La Niña”, tampoco hace probable el desarrollo de un “El Niño”.


CONCLUSIONES

Hasta el momento, el escenario más probable para la temporada 2018/2019 (70 % de Probabilidad) es que se mantenga un estado “Neutral Levemente Cálido”, en el Pacífico Ecuatorial, mientras que el Atlántico continuaría en una situación levemente cálida, dando como resultado una evolución mucho más cercana a lo normal que las temporadas precedentes.

No obstante, esta perspectiva aún no se encuentra firme, y podría sufrir cambios de rumbo, que es necesario tener en cuenta a fin de que los mismos no nos sorprendan.

Por un lado, con una probabilidad del 20%, podría desarrolarse un episodio de “El Niño”, que de ser acompañado por un calentamiento del Atlántico, podría producir la crecida de los grandes ríos y el anegamiento de áreas bajas interiores.

Menos probable, pero posible, con una probabilidad del 10%, es el desarrollo de un episodio de “La Niña”, que podría causar sequía y bajante de los ríos.

Frente a estas alternativas, será necesario mantener un estado de alerta, a fin de hacer frente, en forma exitosa a las alternativas que vayan presentándose.

Por Eduardo M. Sierra – Docente de Agroeducación
Fuente: Agroeducación