Como en el resto del mundo, la actividad humana también está colaborando y lo hace a un ritmo alarmante, de acuerdo con las nuevas estadísticas ambientales difundidas ayer.

Solo con la erosión del 37% de los suelos, ya sea por causas naturales o antrópicas, el país pierde en cultivos 30 millones de dólares por año. "De los 270 millones de hectáreas del territorio argentino, más de 100 millones están afectadas por erosión, cuyo avance es a razón de casi dos millones de hectáreas por año", se precisó en la presentación del Informe del Estado del Ambiente 2017.
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Y se completó en el documento: "La pérdida de suelo trae aparejado un impacto negativo sobre la productividad de los cultivos (soja, maíz, trigo), cuyas estimaciones rondan los 29,9 millones anuales. Este factor es el problema nodal que condiciona la sustentabilidad de todos los sistemas productivos de la Argentina".

Es el segundo año que la actual Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación difunde el estado de situación de los recursos naturales, la biodiversidad y el cambio climático, entre otros temas de la agenda ambiental local. Para el secretario Sergio Bergman, los resultados son "un termómetro ambiental" del impacto de las actividades productivas en nuestro país.

"Necesitamos datos e indicadores, como los de esta publicación, que nos permitan abordar las diferentes problemáticas ambientales y diseñar políticas a partir de la solvencia científica y la validez técnica, pero sin perder de vista que buscamos aportar soluciones que se inscriban en la dimensión ética, dentro de una política de derechos humanos", indicó.

El año pasado, según se informó ayer, el Observatorio Nacional de la Degradación de Tierras y Desertificación analizó el estado de cinco sitios piloto para determinar qué problemas deberían resolverse con planes de manejo sustentable. El diagnóstico, si no se modifica la tendencia, no es demasiado alentador para el campo: en la próxima década, el costo del impacto negativo de la erosión de los suelos en la producción de soja, maíz y trigo sería de US$1645 millones.

La superficie del país posee un 39% cubierto por arbustos, mientras que el 21% está cultivado, el 20% posee herbáceas y el 12%, árboles. Un 4% del territorio es suelo desnudo y en casi un 3% hay agua superficial, hielo o nieve. Un 0,65% tiene algún tipo de construcción, de acuerdo con el informe, disponible en http://informe.ambiente.gob.ar. La ganadería extensiva, el cultivo de plantas herbáceas y la combinación ganadero- forestal son los principales usos que se le están dando a la tierra.

El agua está degradando gravemente el 12% de la superficie del país. A un ritmo por encima de 10 toneladas por hectárea por año, la erosión hídrica afecta en especial las zonas áridas y semiáridas del Noroeste, Cuyo y la Patagonia. En un cuarto del territorio (unos 72 millones de ha), supera los valores tolerables.

"La tasa media de erosión hídrica para el área de cultivos agrícolas en la Argentina es de 3,9 toneladas por ha por año, lo que corresponde a perder una capa de 0,33 milímetros de suelo anualmente", indica el estudio. Santa Cruz, Neuquén y Misiones concentran la mayor tasa de erosión hídrica. En Neuquén, se pierden 22,8 toneladas por ha por año o "una capa de dos milímetros anualmente".

El viento también hizo su parte. En el período 1950-2000, la erosión eólica degradó el 33% de los suelos en más de 150 toneladas por ha por año. De nuevo, la Patagonia, el Noroeste y Cuyo son las regiones más vulnerables.

Vastedad

Con un territorio en el que conviven 8500 kilómetros cuadrados de glaciares, algo más de 5,6 millones de ha de humedales claves para la biodiversidad y más de 2,7 millones de ha de áreas terrestres y marítimas protegidas (ver infografía), la agenda ambiental incluye más de un desafío.

"La Argentina no cuenta con un inventario completo de su biodiversidad", se admitió oficialmente.Pero la recategorización de aves según su estado de conservación indica, por ejemplo, que hay 18 especies "en peligro crítico de extinción", como el loro vinoso, el cauquén colorado y el macá tobiano. Entre los peces, hay especies "en máximo riesgo de extinción", como la mojarra desnuda. En aguas argentinas conviven 450 especies: un centenar son tiburones y rayas. Pero apenas siete de las 40 que se capturan representan más del 70% de la pesca comercial total.

Como la erosión o la desertificación, otros factores presionan el ambiente. Son la deforestación, las actividades extractivas (yacimientos de combustibles, metales, minerales), el cambio climático, el comercio ilegal y las especies exóticas invasoras. La secretaría de Estado estimó que solo en la provincia y la ciudad de Buenos Aires el 90% de las infracciones por comercio ilegal eran en 2017 por especies nativas (aves y mamíferos). A la vez, 716 especies de animales, algas, plantas y hongos "invasores" habrían provocado daños equivalentes al 0,5% del PBI.

El cambio climático también tuvo su capítulo en el informe. "En casi todo el territorio se observa un aumento en la temperatura promedio (entre 0,5 y 1°C), sobre todo en la diagonal árida (Noroeste, Centro, Cuyo y Patagonia), aunque también en la región de la pampa húmeda. Esto coincide con el aumento en el número de días con extremos de calor (con cambios significativos en la Patagonia y las provincias del litoral), así como también con un aumento en el promedio de las precipitaciones en casi todo el territorio, lo que acentúa la tendencia hacia la tropicalización del clima en algunas regiones del país", se informó. Según anticipó Bergman, el Gobierno trabaja en un proyecto de ley marco sobre el cambio climático.

Por su parte, Diego Moreno, secretario de Política Ambiental y Recursos Naturales, dijo que el año que viene estará disponible el 2º Inventario Nacional de Bosques Nativos, que no se actualizaba desde hacía una década. También se intentará consensuar con las provincias un sistema de indicadores online para mantener la información más actualizada. "La difusión de estos datos es un primer paso en poder consolidar un sistema de estadísticas ambientales nacionales, un camino que llevará tiempo", dijo.

Por: Fabiola Czubaj