La relación compra venta se obtiene a través del cociente entre el precio del kilo neto comprado y el kilo neto vendido.

Este índice es utilizado para conocer cuánto más caro se compra el kilo, de lo que se vende.

Sin duda a menor precio de compra y mejor precio de venta el resultado será mayor; y tanto mayor, cuanto más barato se compre y más caro se venda. Pero el precio de compra y el de venta dependen del mercado. El objetivo del presente análisis es ver si existe algún tipo de correlación entre la relación compra/venta y la renta de los invernadores.

El valor de la reposición siempre guarda una relación con el precio actual y/o futuro del gordo. Esto es así, dado que quien define el valor del ternero es el conjunto de los invernadores. Los mismos generan una puja por el ternero, que es un bien con muy poca elasticidad. La pugna será más fuerte cuanto mejores sean las condiciones del negocio de engorde.

El ternero es la variable de ajuste del invernador, cuando el precio sube demasiado habrá productores dispuestos a comprar menos o dar un paso al costado, estableciendo así el techo en el valor de compra. Aumentos en el precio del gordo generan incrementos en la ganancia por kilo producido, y permite pagar más por el ternero. Si existiera una expectativa a que aumente el precio del gordo, dicha posibilidad hará que se pague por la invernada más de lo que los números del momento avalen. De manera inversa actuaría un aumento importante en los costos de producción, si los granos forrajeros tuvieran una suba, el productor no puede trasladar ese aumento a su producto final (el gordo) y termina transfiriéndolo a su única variable de ajuste, el ternero. El costo del kilo producido es otra de las variables que debe tenerse presente en la ecuación que termina dándole un valor al precio del ternero.

Lo dicho sucede de manera empírica en cada remate al que uno puede acceder, cuando la reposición es cara en términos relativos, la mayor puja se produce sobre animales livianos. El engordador sabe que para descalzarse de la mala relación compra venta debe cargar más kilos sobre el animal comprado.

Factores que inciden en el precio de la hacienda para faena:

• Demanda; en nuestro país hay una fuerte demanda de carne vacuna, la misma se ve afectada fundamentalmente por el poder adquisitivo de la población.
• Oferta; la cantidad de cabezas faenadas está directamente relacionada con la carne ofrecida al mercado. Se ve afectada en menor medida por el peso de faena. La cantidad de animales faenados dependerán de la etapa del ciclo ganadero por la que se esté atravesando del stock ganadero (retención = menos oferta; liquidación = mas oferta), y de la tasa de extracción.
• Producción: es la cantidad de toneladas en media res que se ofrecen al mercado.
• Exportaciones: Dicha relación afectará los precios internos dependiendo del porcentaje de la producción que se exporte, ya que influirá en el nivel de oferta para el mercado interno. Por otra parte en general la exportación requiere de animales más pesados de los que se consumen internamente.
• Cotización del dólar; A mayor participación de la exportación la cotización del dólar tiene una mayor incidencia.
• Consumo per cápita: Ha ido variando a través de los años producto de un cambio de hábito, y de un incremento de la población que resulta mayor al crecimiento de la producción.

Estacionalidad de la relación ternero/novillo

Más allá de la estacionalidad del precio del novillo y del ternero, para el invernador resulta muy importante saber si existe estacionalidad en la relación ternero / novillo. En el presente trabajo siempre que se hable de relación ternero / novillo, a no ser que se aclare específicamente, se estará haciendo referencia al promedio del precio del novillo de Liniers y mientras que el precio del ternero surge de considerar a la categoría de 160 a 180 kilos.

Grafico 1

El comportamiento promedio a lo largo del año de la relación ternero / novillo se puede observar en el grafico 1. Existe una clara tendencia a que el mejor momento para explotar esta relación por parte del invernador, es entre abril y junio; mientras que el momento menos oportuno se da durante los meses de primavera.
La relación entre estas dos categorías sufre importantes variaciones en función del poder de compra del novillo.
Si bien la relación entre el ternero y el novillo tiene un comportamiento estacional, el mismo varía de acuerdo al valor del precio del novillo. La estacionalidad es más marcada a medida que el precio del novillo es mayor.

Gráfico 2



Tal afirmación puede observarse en el gráfico 2, que estima a partir del comportamiento histórico cual fue el precio del ternero en función del valor del novillo. En el mismo gráfico, se ve que cuando el novillo cotiza a 1,4 u$s/kg, el ternero históricamente tuvo un valor un 38% superior al del novillo durante enero. En junio llega a su mínimo respecto del novillo, cotizando un 21% más que el mismo, mientras que el pico máximo se da en diciembre donde el ternero tiene un valor un 42% superior al del novillo.

En cambio, cuando el novillo tiene un valor de 0,8 u$s/kg la diferencia mínima del precio del ternero se da en el mes de mayo (en el caso anterior era junio) en donde la misma es de un 8,59%. La diferencia máxima ya no ocurre en diciembre, sino que lo hace en el mes de noviembre en donde la cotización del ternero supera en un 23% a la del novillo.

El precio del ternero y su vínculo con el precio del novillo

Las relaciones existentes entre las distintas categorías ganaderas, marcan en más de una oportunidad el ánimo del mercado.

En los ciclos ganaderos, es común que cuando existe retención, los vientres son quienes aumentan su valor de manera más que proporcional respecto de las otras categorías ganaderas, seguido por los animales de invernada y por último los animales que van a faena. En la fase de liquidación, sucede lo contrario, los valores de los vientres resultan ser los que más valor relativo pierden, seguidos por la invernada y por último el gordo.

Cuando el mercado ejerce una mayor demanda sobre el gordo, el novillo aumenta su precio. Esta presión alcista sobre el gordo, generalmente seca un poco la plaza de animales a faena. Es posible que en una primera instancia, el productor pueda considerar que la hacienda va a subir más, mientras que por otra parte tiende a retener con el ánimo de cargar más kilos por animal, generando de tal manera en un ciclo virtuoso para el ganadero.

Este incremento en el precio del gordo, produce una mejora en la rentabilidad del negocio de invernada, por lo tanto los invernadores podrán aumentar los valores a pagar por los terneros. De tal manera, una parte del incremento en la renta del invernador se trasladada en una mejora en el precio del ternero. El aumento en el precio del ternero hace más rentable a la actividad cría, y finalmente la suba del ternero termina impactando poco más tarde en el precio de los vientres, haciendo que su valor suba de manera más que proporcional.

Grafico 8


Es muy común hablar de la relación ternero/novillo o relación compra/ venta, es decir cuantos kilos de ternero se adquieren con un kilo de novillo gordo. Considerando el promedio de la serie 1970-2017 fueron necesarios 1,12 kilos de novillo para comprar un kilo de ternero. Esta relación ha ido creciendo con el transcurso del tiempo, siguiendo una tendencia similar a la del precio del novillo (línea verde en el grafico 8 cuya lectura debe hacerse en el eje secundario de las ordenadas). Ello estaría mostrando que a medida que el precio del novillo crece también lo hace el ternero pero a un ritmo mayor y por ello crece la relación.

En el grafico 9 se muestran los promedios anuales de los valores que ha tomado el ternero (expresado en dólares libres) en función de los correspondientes valores del novillo. Cada punto representa la intersección entre el precio promedio anual del ternero y el del novillo. Así vemos que en años donde el novillo tenía bajos precios el valor del ternero era inferior al del novillo, a medida que el gordo aumenta, el precio del ternero lo hace también aunque a un mayor ritmo. En los últimos 15 años esta tendencia se acentúa aún más, haciendo que cada modificación en el precio del novillo provoque una modificación mayor en el precio del ternero, quedando claramente expresado el vínculo existente entre el precio del ternero en función del precio del novillo.

Este comportamiento histórico del precio del ternero respecto al novillo, que tiene una correlación superior al 98%, nos da herramientas para pensar el negocio ganadero hacia el futuro. Mediante dicha relación se pueden estimar los valores que podrá tener el ternero, en función de las variaciones que pueda sufrir el novillo. Históricamente el precio del ternero, ha tenido oscilaciones de mayor magnitud que las que tuvo el precio del novillo.

Grafico 9

Estimar el precio del ternero en función del valor del novillo, en lugar de considerar su relación promedio histórica, evitará que se sobrevalue el valor del ternero cuando los precios del novillo sean bajos, como así tampoco subvaluará a éstos cuando los valores del novillo sean altos.

A la hora de hacer cualquier planificación para un establecimiento ganadero, y analizar la sensibilidad del planteo propuesto a diferentes escenarios futuros, resulta muy útil saber que las relaciones entre las diferentes categorías ganaderas tiene un determinado comportamiento, y el mismo posee una alta correlación. A pesar de estar altamente correlacionadas las diferentes categorías entre sí, se mueven de una manera diferente al gordo. De ahí la importancia de saber que ecuaciones relacionan a unas con otras, para predecir sus respectivos precios futuros.

Esto permite que ante una variación determinada en el precio del novillo, podamos estimar cual sería la variación en el resto de las categorías, y no dar por sentado que van a tener ni la misma variación porcentual o que se comportarán como su promedio lo haría.

Cuando ocurre una suba en el precio del gordo, aumenta la renta de toda la cadena productiva (cría, recría, invernada). El invernador debe conocer que al producirse un incremento en el precio del gordo, la relación compra/venta será menos favorable, y a pesar de ello el negocio será mejor, puesto que ganara más por kilo producido. Una de las herramientas que tiene a mano el invernador cuando la relación compra/venta empeora, es incrementar el peso de faena para poder aumentar el valor del kilo producido. La otra es que a través del planeamiento, se identifique el peso de compra más conveniente. La cotización que imponga el mercado en cada momento abre una enorme puerta para poder mejorar considerablemente el resultado de la actividad. Elegir el peso más conveniente al momento de compra es muy dinámico, y es algo a considerar en cada oportunidad.

En el gráfico 9 existe un punto que se aparta de la curva de regresión, para diferenciarlo fácilmente es de color amarillo y corresponde al año 2015. Ese año en particular el ternero se pago más de la ecuación de regresión explica, una de las razones fundamentales de ello es que en ese año en particular con un kilo de novillo se adquirían más de 17 kilos de maíz. Debido al bajo costo del kilo producido durante ese año, el negocio del engorde fue muy rentable, posibilitando de tal forma que se pagara un “sobreprecio” por la invernada.

Pesos de compra & pesos de venta

Los pesos de compra y venta expresados en $/kg tanto de invernada como del gordo en general se incrementan a medida que el peso vivo del animal disminuye. Esto implica que cuanto más liviano se compre y más pesado se venda la relación compra/venta empeora.

Gráfico 10

En el gráfico 10 se muestra como fue la variación de las cotizaciones de dos diferentes categorías de invernada respecto al promedio de terneros de entre 160 y 180 kilos de peso vivo. En él mismo vemos como las categorías de terneros más livianos (menos de 160 kilos) han cotizado más por unidad de kilos vivo a la largo de toda la serie considerada (2011-2017). La otra curva, la de puntos bordo, que responde a terneros de entre 230-260 kilos ha cotizado siempre a menor valor que la terneros de 160-180 kg. Ambas curvas con una correlación superior al 99%. Así por ejemplo cuando el ternero de 160-180 kilos cotiza a 45 $/kg el de menos de 160 lo hace a 47,65 $/kg, y el de 230-260 a 40,2 $/kg.

En el caso del gordo ocurre algo muy parecido, con correlaciones también superiores al 99%, en donde las categorías más pesadas tienen una menor cotización.

Gráfico 11

A pesar de estar altamente vinculados los precios de las diferentes categorías de gordo, el consumo liviano y el pesado tienen un comportamiento algo disímil al resto de las categorías de novillo. Esto en parte puede deberse a la estacionalidad de la oferta de este tipo de animal. Es así, que en los meses de otoño el consumo liviano tiene un crecimiento relativo respecto del resto de las categorías de machos, en cambio el novillo de más de 520 kilos tiene en ese momento un valor relativo menor. En primavera el comportamiento de estas dos categorías se invierten, y el novillo pesado crece sus cotizaciones relativas y decae para el consumo liviano.

De tal manera, se corrobora que a medida que se compra más liviano y se vende más pesado las relaciones compra/venta empeoran.

Cuantos más kilos se producen por animal, más se diluye la generalmente desfavorable relación compra/venta.

De la diferencia entre el valor neto de venta y el valor neto de compra, dividido los kilos producidos por animal se estima el valor del kilo producido. Este indicador arroja un valor absoluto, no un porcentaje, al restarle el costo del kilo producido se obtiene el margen por kilo producido. Entonces cuanto mayor sea el valor del kilo producido, con un mismo costo, mayor será el margen.

El valor del kilo producido es un indicador que debe leerse con cuidado, puesto que es posible que arroje un muy buen valor, sobre todo cuando se compran animales de más de 250 kilos para llevarlos a altos pesos de faena, pero como es sabido, a igualdad de oferta energética es posible que se produzcan menos kilos de carne por ha, disminuyendo de tal manera el margen.

La relación compra/venta y su vínculo con el resultado de la invernada.

Con el propósito de poder definir que injerencia tiene la relación compra/venta en el resultado del margen bruto de invernada, se consideró la serie histórica de un mismo modelo que se repite a lo largo del tiempo. Esto significa que los parámetros productivos son siempre los mismos, efectúa las mismas compras y las mismas ventas todos los años. Las variaciones en el margen bruto son solamente explicadas por modificaciones en los precios de venta y compra y en el costo del kilo producido. La serie corresponde a uno de los modelos de invernada de la revista Márgenes Agropecuarios y abarca desde 1992 a 2014.

A partir de dicha serie, se graficó la evolución de:

a) el margen bruto;
b) relación compra / venta.

Posteriormente, se correlacionó el margen con dicho indicador.

El gráfico 12 se muestra la evolución del margen bruto (MB) a lo largo del tiempo expresado en dólares por hectárea, el mismo está representado por la curva roja y se lee en el eje principal de las ordenadas. La curva azul muestra la evolución para igual período la relación compra venta y sus valores se leen en el eje secundario de las ordenadas.

Gráfico 12.

El comportamiento de ambas curvas no tienen un patrón similar. Para completar el análisis, se construyó el gráfico 13 que muestra la correlación que existe entre el resultado del margen en función de la relación compra/venta. Según la relación histórica del modelo en cuestión el resultado del margen bruto no guarda prácticamente ninguna relación con la relación compra/venta.

Gráfico 13

Una misma relación compra/venta, con animales de igual peso de entrada y salida en dos diferentes momentos puede arrojar resultados muy disimiles. A través de un ejemplo se entenderá mejor:

Supongamos que se ha comprado un ternero de 200 kilos, y vendido el novillo gordo con 400 kilos, cuya relación compra / venta es de 111%. Dicho resultado se puede dar comprando a u$s 1 y vendiendo a u$s 0,9, ó comprando a u$s 0,5 y vendiendo a u$s 0,45. Sin embargo, con la misma relación, y suponiendo que el costo de producción sea el mismo para los dos casos, el que vendió a u$s 0,9 tendrá un mejor resultado.

Si con los datos anteriores se estima el valor del kilo producido, obtendremos para la venta a u$s 0,9 un valor de 0,8 y para el segundo será de 0,4. Para saber la ganancia obtenida por kilo, basta con restarle al valor del kilo producido el del costo del kilo producido. Con un costo de 30 centavos, se tendría un resultado de 0,5 u$s/kg y 0,1 u$s/kg respectivamente.
Otro caso en qué la relación compra/venta es la misma, y en él que se obtienen resultados muy diferentes, puede darse en el ejemplo que se presente a continuación. Los modelos productivos responden a un buen campo de invernada de la Pcia de Bs As. Los márgenes netos (el costo incluye gastos de estructura) están efectuados con datos que corresponden a la primera semana de septiembre del 2018, expresados en pesos corrientes.

Relación compra venta Peso de compra Peso de venta Precio neto de compra Precio neto de venta kg prod por animal Carga en EV/ha Carga en cab/ha Carga en kg/ha Kg prod por ha costo del kg producido Margen Neto

Se parte de la base que el sistema aporta una determinada cantidad de oferta energética, en este caso es el equivalente a 1,8 EV/ha, que incluye en la etapa de terminación 2 meses de suplementación al 1,5% del PV. La relación compra venta con gastos de comercialización incluidos es de 1,39 y la ganancia diaria de peso es en promedio 440 grs/día para ambos casos.

El caso A lleva un animal de 200 a 490 kilos, tiene una producción de carne por ha de 348 kilos, un costo del kilo producido de 28,01 y el margen neto arroja un valor de 793 $/ha. El 96,8% de la carne producida por animal es utilizada para cubrir los costos de producción, mientras que el 72,7% de la energía requerida es destinada al mantenimiento.

El caso B lleva un animal de 140 a 310 kilos, tiene una producción de carne por ha de 470 kilos, un costo del kilo producido de 24,25 y el margen neto arroja un valor de 2634 $/ha. El 93.3% de la carne producida por animal es utilizada para cubrir los costos de producción, mientras que el 71,7% de la energía requerida es destinada al mantenimiento.

En este caso vemos como un planteo que ofrece una cantidad de energía determinada, puede dar resultados económicos muy diferentes con la misma relación compra/venta.

Es importante recalcar que en ambos modelos más del 90% de la carne producida es utilizada para cubrir costos de producción, obviamente se está incluyendo el costo de la reposición.

Para poder ver el poder relativo que cada ítem posee sobre el resultado del caso A, se adjunta en siguiente cuadro. El mismo muestra cual debería ser la magnitud de los cambios individualmente para que el resultado se modifique en un 50%, o sea pase de 793 $/ha a 1189 $/ha. Para lograr dicho incremento en el resultado es preciso que el precio bruto de venta aumente tan solo un 1,58%, o que el precio bruto de compra disminuya en un 2,73%

La variación del costo directo total (costo directo + estructura) debería ser del orden del 4,06%. Los gastos de sanidad deberían disminuir un 44,13%. También se podría obtener un incremento en el margen del 50% con una ganancia diaria de peso que pase de 440 grs/día a 475 grs/día.

NOTA, los resultados económicos de los casos aquí propuestos son solamente válidos para los ejemplos en cuestión. Cualquier modificación en algunos de los parámetros propuestos puede modificar sustancialmente las relaciones que se presentan entre ellos. Por lo que no deberían ser extrapolados. Si bien cada modelo funciona diferente

Conclusión

La variación en la relación compra-venta es consecuencia, y no la causa, de la realidad que atraviesa el negocio de invernada. Generalmente cuando el margen de invernada es bueno, la relación resulta ser mala y viceversa. Por lo que no es aconsejable su utilización como indicador de la renta del negocio de engorde.

En los sistemas tradicionales de invernada existen indicadores mucho más relacionados con los resultados económicos que la relación compra/venta. Esta relación no deja de ser una más de las tantas relaciones insumo /producto que existen. En todos los planteos productivos el valor de venta del producto es quien más peso relativo debe y tiene que tener, por la sencilla razón de que un negocio para que sea viable debe tener una renta positiva. La única forma de que el negocio tenga renta positiva es que la unidad vendida tenga un precio mayor al del costo de producción de la misma. De tal manera, cualquier pequeña variación porcentual en el producto tendrá un efecto mayor en el resultado, que si la misma variación porcentual se diera en algún componente del costo.

Por Ing. Agr. Andrés Halle