La guerra comercial entre Estados Unidos y China tendrá efectos desfavorables en la campaña de 2018/2019. Una mayor volatilidad en el mercado internacional del precio de la soja llevará a una redistribución de los flujos comerciales y un redireccionamiento de las exportaciones.

Las derivaciones de esta escalada proteccionista están lejos de clarificarse y generan por el momento mucha incertidumbre. Con las trabas del 25% que le puso solo a un país de los tres proveedores del grano, el impacto distorsivo es evidente.

A pesar de que se vislumbran algunas oportunidades cortoplacistas, esta coyuntura comercial puede generar una caída del precio internacional. Estas conclusiones se desprenden del seminario realizado en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, que contó con la presencia de los economistas y expertos en comercio internacional José Siaba Serrate, Eduardo Ablín, Agustín Tejeda Rodríguez y Nelson Illescas.

En la campaña pasada, la Argentina padeció una fuerte sequía, lo que contrastó con una cosecha récord en Estados Unidos (por encima de los promedios). En ese contexto, China impuso un arancel del 25% a la soja de EE.UU. en respuesta a la suba de tarifas que impuso Washington a productos industriales chinos. Trump respondió con un paquete de ayuda al agro por 12.000 millones de dólares.

Para el presidente de Estados Unidos, la traba arancelaria a la soja, si bien era una ficha de un tablero más grande, fue la piedra en el zapato que debía sacar. Por eso, de los 12.000 millones de dólares que el gobierno de Trump subsidia a los farmers americanos, 3700 millones van directamente para los productores de soja. Eso le permitiría sortear la caída de precios por efecto de la respuesta china.

Según los especialistas, con este panorama, Estados Unidos mejora en su competitividad respecto de los otros exportadores. Al mismo tiempo incrementa los márgenes de industrialización de la soja en ese país.

En tanto, en la Argentina si bien aumentaría la exportación del poroto, podría ver afectado el procesamiento local y exportar menos subproductos.

"Las estimaciones de compra de China para 2019 bajarán de 104 a 95 millones de toneladas. Este recorte es significativo y afecta al comercio internacional", sostuvo Tejada Rodríguez .

China es el principal comprador de poroto de soja, con el 60% del total del mercado internacional, donde Estados Unidos le proveía casi el 50%, Brasil un 38% y la Argentina el 6%.

La Argentina vende el 50% del total de crushing de soja (subproductos: harinas y aceites) del comercio internacional. Luego de la sequía, dijeron los especialistas, el país se convirtió en otro jugador relevante en la importación de granos, en donde se estima que comprará 4,5 millones de toneladas, de los cuales un millón serán de origen americano. A criterio de los economistas, si bien existe un mercado afectado por el momento por las trabas arancelarias, la Argentina tiene que considerar que esa situación puede terminarse en cualquier momento por un nuevo escenario digitado por las principales potencias comerciales. Por esto el país debe aprovechar y consolidar los mercados que aparecen de manera circunstancial, dijeron.

Guerra comercial

25% tarifa

Es el arancel que impuso el gobierno chino a la soja de Estados Unidos. Afectó ventas por US$14.000 millones

12.000 millones de dólares

Es el monto del paquete de ayuda que estableció Trump para los productores norteamericanos.